En el centro de las críticas del peronismo histórico por la fallida estrategia electoral que llevó a la derrota del FPV en las primarias, La Cámpora ensayo una tibia defensa mediante una insólita reflexión titulada “Ni un paso atrás”.

Allí, la agrupación de Máximo Kirchner se queja del "obsceno triunfalismo" de "la aristocracia", a la que acusa de "brindar con champán antes de tiempo". Los camporistas trazan un paralelismo entre la derrota del domingo y la que sufrió en 2009 Néstor Kirchner, y advierten que “el poder económico concentrado” repite lo mismo que en ese momento.

“Post kirchnerismo, nuevamente, es la palabra de moda en sus canales de tv. Ante un resultado parecido al de ayer (…) en el 2009 leíamos las mismas editoriales y titulares que hoy. Y en dos años ese ‘post’ se transformó en pánico ante la posibilidad de que el pueblo vote a Cristina ‘eternamente’”, se esperanzan.

Acto seguido, La Cámpora se lamenta por no poder volver a postular a Cristina Kirchner, pero ya la candidatean para 2019. “En lo único que piensan los representantes del establishment es en cómo aprovechar que Cristina no les ganará nuevamente sólo porque no puede presentarse sin dejar pasar un período en el medio”.

En un pasaje del texto, los camporistas ensayan una tibia autocrítica de cara a las elecciones de octubre y afirman que sabrán “escuchar al pueblo e interpretar su voto para realizar las correcciones necesarias” y poder seguir siendo “la primera fuerza nacional”, la frase que eligió el kirchnerismo para disfrazar el fracaso en las urnas.