 | Es deber del Estado velar por sus ciudadanos que deambulan por los aeropuertos, las plazas o las calles del mundo sin una solución, sin recursos para alimentarse, sin lugares para pernoctar ni higienizarse. |
Desde que se desató la pandemia del COVID-19 en el mundo, los paÃses han tomado distintas decisiones y determinaciones sobre la situación de los ciudadanos, tanto si se encontraren en sus propios paÃses o en otros lugares del exterior.
En tal sentido, la República Argentina no es ajena a la lucha contra este virus y fue tomando decisiones conforme la experiencia en el mundo. AsÃ, el 16 de marzo mediante el DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia) 274/20 estableció la "prohibición del ingreso al territorio nacional" de personas no residentes en el paÃs, a través de puertos, aeropuertos y pasos internacionales fronterizos.
Coincido con el presidente Fernández, que estamos frente a un "enemigo invisible" al que debemos dar batalla entre todos.
Las medidas fueron in crescendo atento a las recomendaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud) con motivo de la propagación de casos de COVID-19 a nivel global. En consonancia con esto, el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) dispuso que sólo podrÃan llegar desde el exterior vuelos de AerolÃneas Argentinas, prohibiendo la llegada de otras lÃneas aéreas internacionales; sin contemplar cómo harÃan miles de argentinos con tickets emitidos, por esas empresas internacionales, para su regreso al paÃs.
Para complementar su decisión, el PEN, se comprometió a repatriar a los argentinos que estuvieren varados en el exterior. Fue asà que se iniciaron esos vuelos, pero en su mayorÃa lograron volver en ellos los pasajeros que habÃan adquirido los tickets en AerolÃneas Argentinas, y algunos pocos que lo habÃan hecho en otras compañÃas.
Repentinamente, el 25 de marzo el Presidente decidió suspender estos vuelos de repatriación, alegando que los que todavÃa se encuentren varados sin poder volver, deberán "...esperar un poco..."
El Gobierno puede y debe imperiosamente resolver la situación de nuestros compatriotas afectados por estas medidas, que deambulan por los aeropuertos, las plazas o las calles del mundo sin una solución, sin recursos para alimentarse, sin lugares para pernoctar ni higienizarse.
Quisiera encontrar el sentido a esta medida en cuestiones sanitarias y no de otra Ãndole como dejan translucir algunos funcionarios y voceros del Gobierno. Sea como fuere, más allá de la gravedad de la discriminación, es el Gobierno quien debe procurarles la solución en el lugar en que se encuentran hoy, de manera urgente.
Si el obstáculo para continuar con la repatriación fuere económico, deberÃan implementarse medidas, mÃnimamente la exención temporal del impuesto PAIS para hacer frente a los gastos de supervivencia mientras dure el impedimento de regresar a su paÃs.
El espÃritu humanitario y mancomunado de los argentinos y los ciudadanos de todo el mundo, es hoy, el de hacer frente a la pandemia bajo las premisas de Unidad y Solidaridad.
Espero y deseo que el Presidente revea su posición y encuentre la salida para miles de familias argentinas que asà lo necesitan en forma urgente.
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Si no le encontrás sentido a esta determinación en razones sanitarias saca la cuenta, que para eso no sos lento. De 10000, 4000 posibles infectados, donde los metemos y donde los atendemos ahora? en tu casa? Contaste cuantos respiradores tenemos? Cuantos hospitales y UCIS creó cambiemos durante su gobierno? cuantos laboratorios de alta complejidad? Esto no es relato!!!! esto es real!!!! La muerte es la mas real de todas las cosas. Y muchos moriran por no tener los medios que con los 100000 millones de verdes que se fugaron podriamos tener. Asi que callate.
Comiencen por repatriar toda la plata que fugaron afuera urgentemente así podremos ayudarlos. Decile a tus amigos de las cerealeras que donen algo de lo que le negrean a la AFIP.
A lo mejor ustedes pueden ayudar haciendo cuantiosas donaciones anonimas a que si? Eso seria solidaridad y no oportunismo barato!!!!!
Quien te va a creer que das un mango por alguien, estas carancheando. Es lo unico que saben hacer, además de afanar. Llámense al silencio. Ya bastante complicado lo tenemos todos como para tener que sufrir a cínicos que no pierden la oprtunidad ni ante la desgracia colectiva ni ante la muerte.