El último fin de semana en Rosario estuvo marcado por la furia. En un lapso de 72 horas, entre el viernes y el domingo, se contabilizaron seis asesinatos con modalidad de sicariato y tres de ellos con detalles espeluznantes.

El domingo en el barrio Las Flores, el bastión de la banda Los Monos, dos jóvenes se bajaron de un auto, desenfundaron sus armas y cocieron a tiros a un muchacho de 25 años que estaba tomando mate con su suegra en la puerta de la humilde vivienda. Las primeras pericias forenses detectaron 24 orificios de bala en el cuerpo de la víctima.

El día anterior, en un descampado de la zona norte donde comienza la zona rural, un changarín tropezó con dos cadáveres. Se trataba de un hombre de unos 40 años que recibió tres disparos y una mujer de unos 30 a la que le dispararon en todo el cuerpo. Según los investigadores, la pareja habría sido ejecutada en otro lugar y después los dejaron en el sitio donde fueron hallados.

Los modos con los que se cometen la gran mayoría de los homicidios, que se repiten con mayor o menor saña, apuntan principalmente a la hipótesis de la pelea territorial entre bandas por el negocio del narcomenudeo o peleas intestinas en los grupos mafiosos.

Marcha de vecinos por el crimen del joven arquitecto Joaquín Pérez ocurrido en octubre pasado

Télam

Como sea, el dato perturbador es el incremento en números de los crímenes que son moneda corriente y que en el año que corre ya suman 230 en el Departamento Rosario que abarca la localidad más importante de la provincia, Villa Gobernador Gálvez y Baigorria que se convirtieron en la zona más violenta del país.

La cifra que supera cómodamente los más de 200 asesinatos en el inicio de diciembre puso en extrema alerta al gobierno provincial que de mantenerse la tendencia, podría acercarse a los años más difíciles que vivió Rosario donde en 2013 se produjeron 264 crímenes y al año siguiente, cerró con 248, en pleno gobierno del socialista Antonio Bonfatti.

Además, hay un dato poco alentador. Históricamente, durante el mes de diciembre se registran los picos de violencia extrema. Por tal motivo, intentan acelerar el incremento de presencia policial en las calles.

 Consideramos que es momento de aunar esfuerzos y poner un manto de paz, dejando de lado los interés particulares. Por ese motivo es que nos ponemos a disposición de Ud, como máxima autoridad provincial y por ende, en materia de seguridad para prestar nuestra colaboración en este momento tan difícil

La situación es tan crítica que los senadores electos de Juntos por el Cambio, Carolina Losada y Dionisio Scarpin le solicitaron al gobernador Omar Perotti una audiencia: "consideramos que es momento de aunar esfuerzos y poner un manto de paz, dejando de lado los interés particulares", sostiene la nota que ingresaron en Casa Gris.

"Por ese motivo es que nos ponemos a disposición de Ud, como máxima autoridad provincial y por ende, en materia de seguridad para prestar nuestra colaboración en este momento tan difícil", agrega el escrito en un tono conciliador, alejado al de la campaña electoral.