Ana Viglione y Andrés Ferrato deberán someterse a juicio oral y público acusados de brindar falso testimonio en 2013, cuando declararon como imputados en la megacausa "Los Monos".

Así lo definió este lunes el juez Román Lanzón, quien deberá establecer si ambos imputados se encargaban de investigar delitos vinculados al narcotráfico mientras estaban al frente de la ex Secretaría de Delitos Complejos, órgano creado en 2012 por Antonio Bonfatti.

Según los acusados, las tareas que allí realizaban se limitaban a perseguir otros tipos de crímenes. En contraposición se encuentra el testimonio de uno de sus subordinados, el excomisario Gustavo "Gula" Pereyra, quien en 2017 detalló las tareas de investigación que debía realizar contra policías y particulares presuntamente vinculados con el tráfico de estupefacientes.

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Pereyra apuntó en aquella ocasión contra Viglione y Ferrato, a quienes acusó de "desconocer" sus tareas, y cuestionó además la labor de otros funcionarios y policías de primera línea. Entre ellos mencionó a la actual vicegobernadora Alejandra Rodenas, por aquel entonces jueza que llevó a "Gula" a comparecer ante la Justicia.

Sin embargo, Pereyra consiguió su libertad en aquel proceso y hoy es uno de los querrellantes contra sus exjefes. En su nuevo rol de víctima, asegura que Viglione y Ferrato mintieron para encubrir a "la línea política que quería recaudar del narco".

"Había dos bandos: uno que quería recaudar y otro que no quería recaudar", había dicho "Gula" durante aquel trascendente alegato.

Así, este juicio podría echar nuevas luces en la trama de complicidades entre el poder político y el crimen organizado. Para el diputado provincial Carlos del Frade, el juicio a Viglione y Ferrato "revela que el poder político nunca llega a controlar democráticamente a la fuerza policial, y que los nichos de corrupción de la fuerza terminan generando impunidad y dudas sobre el poder político".

 El juicio a Viglione y Ferrato revela que el poder político nunca llega a controlar democráticamente a la fuerza policial 

Pero además sostiene que, para hilvanar la trama política detrás de todos estos hechos, debe salirse del "monotema" en torno a Los Monos, y ponerse el ojo en la disputa territorial que durante años mantuvo esta banda con la de Estaban Alvarado.

También consideró como "muy interesante" ver "cómo la Secretaría de Delitos Complejos, que fue planteada como una suerte de FBI santafesina, terminó con mucha gente involucrada". "Es importante conocer el devenir de todos sus funcionarios", añadió.

Ana Viglione, por ejemplo, continuó trabajando bajo la venia del exministro Maximiliano Pullaro, y actualmente se desempeña como asesora legislativa del Frente Progresista en la comisión de Seguridad Pública presidida por Juan Cruz Cándido.