Son horas decisivas en la Cámara de Diputados santafesina, donde oficialistas y opositores negocian la salida al vacío institucional ocasionado por la muerte de Miguel Lifschitz.

Todo indica que hay acuerdos en las principales definiciones. El primero y más obvio de los escollos a resolver era quién debía asumir la presidencia, puesto que seguirá estando en manos del Frente Progresista.

Esta banca será para Pablo Farías, viejo referente del socialismo que ocupara diferentes cargos ejecutivos durante las tres gobernaciones de esta fuerza política.

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También se definieron las vicepresidencias, ratificándose a Lucila de Ponti como vicepresidenta primera, y designándose a la radical Jimena Senn como vicepresidenta segunda.

Estas novedades tendrán carácter oficial este jueves, cuando los diputados se congreguen para la sesión preparatoria, instancia donde además jurará Nicolás Aimar (del riñón del intendente santafesino Emilio Jatón) como flamante legislador.

Pero aunque estas definiciones fueron claves para iniciar el año legislativo, lejos están de ponerle punto final a los interrogantes abiertos por la pérdida de Lifschitz.

No menores son las negociaciones en torno a cómo se restructurarán las secretarías administrativas y parlamentarias, un racimo de más de 80 puestos claves para el funcionamiento institucional y político del Recinto.

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Son sillas en apariencia menores, pero que el propio Lifschitz supo utilizar para administrar de forma homogénea los recursos legislativos de su partido.

"Ahora es otra cosa", sostienen tanto oficialistas como opositores, dando a entender que la muerte del exgobernador abrió canales de disputa que serán difíciles de contener sin la figura de un líder de peso.

Como sea y luego de la sesión preparatoria, la Cámara de Diputados realizará este jueves la primera sesión ordinaria del año, instancia donde solamente se tratarán asuntos que apunten a homenajear y darle un último adiós a su último presidente.