La provincia de Santa Fe tiene a ocho de sus 19 departamentos en alerta por el aumento de los casos de coronavirus. Entre ellos La Capital y Rosario, donde se asientan las dos ciudades de mayor densidad poblacional (Santa Fe y Rosario, respectivamente).

En este marco, lo que más preocupa por estos días a los trabajadores de la salud es el aumento de la ocupación de camas por personas menores a 65 años, un dato que enciende las alarmas por la posible saturación de la terapia intensiva.

"Cada vez más pacientes jóvenes caen en estado grave y con requerimiento de oxígeno", sostuvo a LPO una fuente con acceso a los nosocomios públicos y privados de la ciudad de Santa Fe, y detalló que hace pocas semanas murió una paciente de 39 años en el Hospital Iturraspe que no presentaba antecedentes ni comorbilidades.

 Cada vez más pacientes jóvenes caen en estado grave y con requerimiento de oxígeno

De acuerdo a los datos oficiales, siete de las catorce nuevas muertes registradas este jueves correspondieron a personas menores a 65 años.

Por ello es importante extremar los cuidados ante el avance de la segunda ola, indicaron las autoridades. La ocupación de camas es directamente proporcional a la cantidad de casos por día, y el promedio es de una cama y un respirador cada 20 nuevos casos y Santa Fe tiene 954 camas críticas en total.

 La ocupación de camas es directamente proporcional a la cantidad de casos por día, cada 20 nuevos casos se ocupa una cama y un respirador

Esta situación se presenta además en un contexto económico complejo. Según cuentan los propios trabajadores, en la capital de la provincia rige un ambiente marcado por la informalidad, donde los salarios oscilan entre los 500 y 600 pesos por hora.

"Especialmente en el ámbito privado, los médicos no están cobrando mucho, y tampoco cuentan con los beneficios de un trabajador formal porque en su mayoría son contratados y no personal de planta", sostuvo a LPO un trabajador de la salud que se encarga de asistir casos complejos.

Sostuvo además que "las condiciones laborales dejan mucho que desear", aunque en contrapartida resaltó que los equipamientos de los hospitales públicos e instituciones privadas son "aceptables". Debe recordarse que estas últimas recibieron respiradores mecánicos por parte del Estado.