En una interpretación errónea, justifica su rechazo a las sugerencias sobre la conveniencia de explorar acuerdos que aseguren la gobernabilidad. |
LeÃa con cierta tristeza y no menos asombro la columna de Durán Barba de este fin de semana en Perfil justificando en una interpretación errónea su rechazo a las sugerencias que surgen de distintos sectores de la sociedad sobre la conveniencia de que Argentina explore la posibilidad de alcanzar unos Pactos que aseguren la gobernabilidad al estilo de lo que fue en su momento los Pactos de la Moncloa.
Con varias referencias a otros casos en Latinoamérica de dudosa relevancia y discutibles reflexiones sociopolÃticas abstractas, Duran Barba justifica su rechazo en su errónea interpretación de que los proponentes... quisieran que se logre la unidad nacional, entregando medio gabinete a la oposición con el mismo fin. Y lo exagera considerablemente al concluir a que por esta vÃa se pudiese avanzar inmediatamente a un co-gobierno en el que por su representación electoral el Kirchenerismo podrÃa integrar ese eventual gabinete ampliado ..."incluyendo en el gabinete a un canciller como Héctor Timerman, un ministro de EconomÃa como Axel Kicillof o un ministro de Producción como Guillermo Moreno".
Una pena que Durán Barba no participara hace una semana de las varias presentaciones que hizo uno de los arquitectos de esos Pactos, el Profesor Ramón Tamames, antes varias instituciones prestigiosas como el CARI, la UBA, el Club PolÃtico, al que dice pertenecer el Sr Durán Barba, e incluso el Senado de la Nación.
Si lo hubiese hecho podrÃa haber escuchado, incluso haberle preguntado personalmente al Profesor Tamames, y comprobar que los Pactos de la Moncloa no condujeron a un Gobierno de Unidad Nacional ni ninguna otra forma de co-gobierno. Sino más bien todo lo contrario, ni siquiera se formó una Comisión de Seguimiento, porque Felipe González, el máximo dirigente de la oposición sentenció ..."el que Gobierna, Gobierna". Y Adolfo Suárez siguió gobernando con su equipo (los fontaneros de Suárez).
En efecto, la oposición nunca tuvo la intención de arrebatarle el Gobierno al Presidente Adolfo Suárez, que se encontraba en una posición de debilidad por estar en minorÃa parlamentaria, sino más bien ayudarlo a generar el suficiente consenso polÃtico que permitiera superar una transición económica y polÃtica que se percibÃa como muy complicada y que guarda cierta similitud con la situación actual de Argentina.
Si la intención de los Pactos hubiese sido tan mezquina como forzar a Adolfo Suárez a un co-gobierno, quizás esos pactos no hubiesen tenido ningún éxito. Esos pactos pasaron a la historia precisamente por su generosidad polÃtica, no por su mezquindad.
Me abstengo de comentar todas las otras descalificaciones del Sr Durán Barba que asemeja estos intentos de ayudar con visiones o tentaciones totalitarias. Nada más lejos de la realidad.
Puedo ver la necesidad electoral del Sr Durán desde el marketing polÃtico de polarizar y con ello profundizar la grieta, pero octubre pasará Sr Durán. Y los problemas estructurales de Argentina continuaran ahà sino tenemos la grandeza y la generosidad de convocar a todas las fuerzas polÃticas a consensuar una masa crÃtica de PolÃticas de Estado que ayuden a superar la grieta y trasciendan a varios Gobiernos porque son muchos los problemas acumulados y serÃa un tanto presuntuoso pensar que un solo partido polÃtico puede resolverlos.
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