Como adelantó LPO, Cristina Kirchner solicitó este martes una acción declarativa de certeza a la Corte Suprema sobre la constitucionalidad de sesionar y votar leyes en el Congreso por teleconferencia.

En el oficialismo del Senado confían en que el máximo tribunal no se atreverá a obstaculizar el funcionamiento parlamentario y apelan a una acordada de la Corte citada por Cristina en su presentación.

Fue firmada este lunes y habilita a acuerdos de los ministros "por medios virtuales, remotos o de forma no presencial" por considerarlo un "aspecto de necesaria implementación ante la situación de salud pública actual que demanda los mayores esfuerzos de todos los actores sociales para promover el aislamiento".

Cristina exige garantías a la Corte Suprema para votar por internet el impuesto a los ricos 

Cristina confirma que considera "absolutamente válida" una "sesión remota a través de medios electrónicos, en donde se garantice la identificación y la voluntad de los legisladores y legisladoras, como así también el número establecido por el régimen de mayorías y minorías", en el marco de la emergencia del coronavirus. 

Pero dice no poder "soslayar la historia reciente de la Argentina en cuanto a la existencia de maniobras de todo tipo -incluidas las judiciales tendientes a impedir la aplicación de leyes que afecten intereses de grupos económicos".

Considera como tales las medidas cautelares y declaraciones de inconstitucionalidad, que "han estado a la orden del día, inclusive referidas a leyes sancionadas por este Congreso con mayorías ampliadas y calificadas por su diversidad".

Cristina defiende a los senadores de su bloque que se negaron a realizar una sesión presencial cuando fue sugerida por Alberto Fernández. "Se encuentran en su gran mayoría en sus provincias de origen. Y sin perjuicio de las dificultades logísticas que implicaría su traslado a la Ciudad Autonomía de Bs. As. y su reunión a los fines de sesionar en el recinto implica en los hechos, la ruptura de las premisas de distanciamiento social obligatorio entre personas, exponiendo así a los senadores y sus colaboradores".

"Sesionar presencialmente significa poner en riesgo la salud y la vida, no sólo de legisladores, legisladoras y del personal que necesariamente debe afectarse a la realización de cada sesión ordinaria o extraordinaria -y en un número importante-, sino de todos los grupos de personas vinculados familiarmente o en la vida comunitaria a esos cientos de personas que, además, están distribuidos en todo el territorio nacional", aclara.

De esta manera, la vicepresidenta confirma que no será posible volver a sesionar en el Congreso de otra manera que no sea por teleconferencia, como ya realizan todas las legislaturas provinciales y los parlamentos de la región, pero antes quiere un aval de la Corte Suprema para garantizar que las leyes aprobadas puedan aplicarse. Después, sería necesario retocar los reglamentos de cada Cámara con acuerdo de la oposición, donde no hay posiciones unánimes. 

Las sesiones serían sólo para tratar normas impositivas, que no se pueden aplicar por decreto de necesidad y urgencia. La principal será el impuesto a los altos ingresos, que prepara Máximo Kirchner en Diputados, pero además el presidente quiere leyes para eximir de impuestos a las compras de insumos médicos y de Ganancias a los trabajadores de Salud.