El presidente de la Corte Suprema Carlos Rosenkrantz habilitó la feria judicial para tratar la declaración de certeza que pidió Cristina Kirchner sobre la constitucionalidad de sesionar por internet, pero le requirió un dictamen al Procurador Eduardo Casal, que ejerce en funciones en forma interina ante la falta de acuerdo en el Senado par elegir un sucesor.

"Dese vista a la procuración general de la Nación para que el término de 48 horas que comenzarán a correr desde la recepción de la presente -sin computar sábado y domingo- acompañe su dictamen", señala el segundo párrafo de la resolución firmada por Rosenkrantz, quien recibió el miércoles el pedido de Graciana Peñafort, directora de asuntos jurídicos del Senado.

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Cristina Kirchner considera que el Congreso no puede reunirse en los recintos sin incumplir los protocolos sanitarios activados para combatir el coronavirus y si bien el reglamento la habilita a buscar otra sede "por cuestiones de fuerza mayor", teme que una ley aprobada por teleconferencia sea impugnada en un tribunal inferior.

Para evitarlo solicitó la declaración de certeza, que no se resolverá hasta la semana próxima. Esta mañana, Peñafort denunció una maniobra del presidente de la Corte para retrasar la decisión, que a los pocos minutos firmó su resolución para pedirle opinión al procurador, que no sería vinculante pero podría influir en la decisión del máximo Tribunal.

Casal es un fiscal de carrera y asumió como jefe de sus colegas en 2017 ante la renuncia de Alejandra Gils Carbó, quien había sido nombrada por Cristina en 2012 y soportó dos años la presión de Mauricio Macri para abandonar el cargo. Cedió después del triunfo electoral de Cambiemos en las elecciones legislativas.

Macri envió el pliego de Inés Weinberg de Roca al Senado, el peronismo nunca lo trató pero Casal no le trajo grandes problemas: el año pasado demoró el jury al fiscal Carlos Stornelli, acusado de participar de una red de espionaje ilegal. 

Alberto y Cristina buscan reemplazarlo por el juez Daniel Rafecas pero su pliego quedó a la espera de una reapertura del Congreso. El presidente intentaba negociarlo con la UCR hasta que lo sorprendió la pandemia. Si Casal ayuda a que se retome la actividad, podría precipitar su salida.