Los partes oficiales de este sábado dieron cuenta de 164 nuevos contagiados en Tucumán, mientras que el viernes fueron 190. Así suman 894 los contagiados en los últimos 7 días de acuerdo a la información del Ministerio de Salud de la provincia, prácticamente la mitad de los 1.861 casos relevados hasta la fecha desde el inicio de la pandemia.

En agosto el virus se disparó en la provincia y acumuló el 80% de los fallecidos. Al fin y al cabo, con su elevada densidad poblacional, una vez que el virus llegara a la capital sería difícil controlarlo. La política de cerrar las fronteras y relajar los cuidados al interior mostró ser insuficiente para contener el avance de la pandemia. 

Tucumán tiene un nuevo récord de casos y el virus se mete en los barrios marginados

Como respuesta, este viernes el gobernador Manzur y la ministra de Salud, Rossana Chahla, junto con el Comité Operativo de Emergencia (COE) resolvieron que desde anoche a las 22 cerraran bares y restaurantes y que no vuelvan a abrir en principio por 15 días. También cerraron por igual plazo los gimnasios, prohibieron los deportes de contacto, las reuniones familiares y sociales, las celebraciones de culto y suspendieron el turismo interno. En tanto los comercios podrán seguir abiertos, pero con horario restringido.

Télam

En respuesta a las medidas y al cántico de "Que se vayan todos, que no quede ni uno solo", una caravana de manifestantes se autoconvocaron para expresar su rechazo. Como parte del itinerario desde el Monumento al Bicentenario hasta la plaza Independencia hicieron una parada frente a la casa de la ministra Chahla antes de llegar al último destino frente a la Casa de Gobierno.

Los manifestantes apuntaron que los funcionarios descargan en ellos el costo del control de la pandemia y los dejan al borde de la quiebra. En tanto en la provincia los brotes no solo se concentraban en San Miguel, sino que se repartían por el resto de las localidades.

Rápidamente los más altos funcionarios provinciales salieron a mostrar su apoyo en las redes sociales a la ministra escrachada y tildaron de antidemocráticos a los manifestantes. La ministra de Gobierno y Justicia, Carolina Vargas Aignasse; el concejal Emiliano Vargas Aignasse; Erica Brunotto, secretaria de Derechos Humanos y también opositores repudiaron la decisión de ir al domicilio de la ministra como si la resolución fuera un acto personal y no uno de gobierno.

La postal fue muy similar a la que se vivió en Gualeguaychú el jueves por la tarde cuando los comerciantes armaron una ruidosa caravana por la ciudad en rechazo a la decisión del intendente Piaggio de volver a fase 1 y obligarlos a cerrar.

Antes de las aperturas ya se habían visto caravanas y ruidazos en diversas ciudades del país exigiendo que se los habilitara a trabajar como en La Plata, Concordia, Córdoba, Mar del Plata y otras.