Tras la reestructuración de la deuda externa nacional, llegó el turno de las negociaciones de las provincias con sus acreedores de bonos bajo ley Nueva York. El viernes pasado venció el plazo establecido por la provincia de Buenos Aires para las negociaciones y este lunes Kicillof volvió a postergar el plazo hasta el 9 de octubre. El mismo camino tomó su par de Mendoza, Rodolfo Suárez, que la estiró hasta el 25 de este mes.

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Mendoza parece tener la negociación mejor encaminada ya que el monto a renegociar es relativamente bajo y solo tiene un bono a reestructurar (el PMY24) emitido en 2016 por un total de 500 millones de dólares. De hecho, el ministro Lisandro Nieri ya consiguió el visto bueno de los tenedores del 67% de las acreencias. Sin embargo, las Cláusulas de Acción Colectiva exigen la adhesión de al menos el 75% de los bonistas y hay un grupo de acreedores que no aceptó la propuesta de Mendoza de emitir un nuevo bono con repago en 2029, un año de gracia, cupón de 4% y tasa reducida hasta 2023.

Mendoza parece tener la negociación mejor encaminada ya que el monto a renegociar es relativamente bajo y solo tiene un bono a reestructurar (el PMY24) por un total de 500 millones de dólares. El ministro Nieri ya consiguió la aceptación del 67% de los acreedores.

Nieri tampoco aceptó la contrapropuesta que le elevaron los acreedores y este lunes extendió el plazo de la negociación. "La Provincia se encuentra dispuesta a analizar contrapropuestas de similar valor a aquella presentada por el grupo de acreedores, siempre que estas no impliquen incrementar el monto a pagar en concepto de servicios de amortización e intereses", afirmó en un comunicado.

Es que además de los 500 millones de dólares de capital, también hay unos 50 millones de dólares de intereses en pugna. Desde que Mendoza el último 18 de junio entró en default por no pagar 25 millones de dólares de cupones -la mitad de los que debía pagar en el año- la otra mitad se sumó este mes.

El gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez.

En cambio, la situación de Buenos Aires es más compleja. Desde el monto a reestructurar, 7.148 millones de dólares, a la cantidad de títulos que la componen. Por eso esta es la séptima vez que Kicillof prorroga las negociaciones. En un principio, la prórroga estuvo supeditada a que Martín Guzmán cerrara la reestructuración de la deuda externa nacional, y desde entonces a las diferencias con los acreedores.

La situación de Buenos Aires es más compleja. Desde el monto a reestructurar, 7.148 millones de dólares, a la cantidad de títulos que la componen. Por eso esta es la séptima vez que Kicillof prorroga las negociaciones. 

La propuesta del Kicillof y su ministro del 23 de abril, cuando abrieron las negociaciones fue canjear los 23 bonos en moneda extranjera -casi el 70% de toda la deuda provincial- por títulos con un período de gracia de tres años, una quita del capital del 7% y un recorte del 55% en intereses -que inicialmente rondaban el 7,8% anual- además de la extensión de la vida promedio de los bonos de 3 a 13 años. 

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"Tenemos una deuda de 7.000 millones de dólares y el 80% vence en los próximos cuatro años. Eso es impagable; entonces, la propuesta que se ha hecho es un perfil de vencimientos que nos permita comprometernos a algo que podamos pagar", reiteró Kicillof.