Cuando Joe Biden anunció la semana pasada que habÃa elegido al general retirado Lloyd Austin III para dirigir el Pentágono, el presidente electo de Estados Unidos dijo que el ex militar habÃa demostrado "un liderazgo, personalidad y mando ejemplares" durante sus más de 40 años de carrera, e inmediatamente numerosas figuras demócratas celebraron su nominación ya que, de ser confirmado por el Senado, serÃa el primer afroamericano en estar al frente del Departamento de Defensa.
Sin embargo, la grieta en el propio partido no tardó en aparecer y varios legisladores demócratas ya anunciaron que no apoyarán su nominación, en lo que podrÃa ser el primer gran fiasco de la inminente administración Biden, quien ha predicado que impulsará un regreso al bipartidismo y a la reconciliación, tras los cuatro turbulentos años de Donald Trump.
Las razones para la oposición demócratas son por ahora dos: la primera, es que Lloyd lleva retirado nada más del servicio militar cuatro años, cuando la ley indica que quien ocupe el puesto de Secretario de Defensa tiene que haber estado alejado al menos 7 años.
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Si bien en dos oportunidades esta ley ha sido torcida para que el nominado por el presidente pueda ocupar el cargo, siendo la última hace apenas 3 años, cuando Trump eligió al general Mattis, lo cierto es que muchos demócratas criticaron duramente en aquel momento esa decisión, y votaron en contra de otorgar el permiso especial para hacerlo posible, un permiso por el cual ahora Biden les está pidiendo que voten a favor.
Varios demócratas de alto perfil ya dijeron que no apoyarán hacer esta excepción ahora tampoco. Elizabeth Warren, senadora por Massachussets y ex candidata presidencial, dijo que votará en contra de otorgar el permiso especial, tal como lo hizo con la nominación de Mattis, mientras que Tammy Duckworth, senadora por Illinois y ella misma una militar retirada, dijo que Austin era un candidato "excepcional", pero que no respaldarÃa su nominación porque era necesario un jefe civil de las Fuerzas Armadas.
Vale aclarar que si bien el voto para confirmar su nominación se harÃa en el Senado, el permiso para eximirlo de los 7 años alejado del uniforme que la ley exige debe votarse tanto allà como en Diputados, y la aprobación no está asegurada en ninguna de las dos cámaras hasta este momento, ni siquiera en la cámara baja, controlada por el propio partido de Biden.
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Eso nos lleva a la segunda razón por la que varios demócratas se oponen a Austin, especialmente el ala progresista, liderada por Alexandria Ocasio-Cortez. Y es que Austin, luego de retirarse en el 2016, comenzó a forjar una lucrativa carrera en el sector privado, con varias empresas que son contratistas del Departamento de Defensa y cuya venta de armamentos a otros paÃses ha sido cuestionada por los propios demócratas durante el gobierno de Trump.
Es el caso de la firma Raytheon (que, por cierto, le vende misiles a las embarcaciones de la Marina mexicana), en donde Austin ocupa un lugar en su directorio. La empresa es la encargada de venderle misiles a Arabia Saudita que utiliza en el conflicto en Yemen, que lleva casi 6 años sumida en una guerra civil sin fin a la vista. Las propias Naciones Unidas elaboró un documento el año pasado en el que acusaba a EU, Francia y Reino Unido de ser "cómplices" de la tragedia humanitaria en el paÃs por venderle armas al gobierno de Riad.
En ese sentido, Marianne Williamson, precandidata presidencial demócrata, dijo a través de Twitter que la nominación de Austin era "una elección muy mala. El complejo industrial militar logra un gran triunfo con ella".
Si bien todavÃa está lejos de conocerse el resultado de esta nominación, parece que Biden enfrentará su primer gran desafÃo como presidente y jefe de su partido con la votación por Austin, y se verá si los republicanos querrán salir a su auxilio y evitarle su primer gran derrota.
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