El idilio de Zapatero con Maduro empieza a molestar, y mucho, en el seno del Gobierno. Desde Moncloa y Exteriores reconocen estar "hartos" de las constantes "salidas de tono" del ex presidente sobre Venezuela, que han generado ya más de una tensión diplomática y que también han supuesto un desafÃo para Josep Borrell, Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores.
El último órdago de Zapatero se produjo la semana pasada, cuando recriminó, desde Caracas, la posición de la Unión Europea respecto a la situación polÃtica de Venezuela. El ex jefe del Ejecutivo reclamó que la UE reconociera las elecciones a la Asamblea de Venezuela recién celebradas, y en las que no participaron la mayorÃa de formaciones anti-chavistas.
Zapatero pidió a la Unión Europea hacer "una reflexión después de estas elecciones" y que "evalúe lo que ha dado de sà la polÃtica de sanciones, especialmente la polÃtica del presidente Donald Trump o la polÃtica de no reconocimiento". Todo un reproche que hizo dirigir todas las miradas a Josep Borrell, como lÃder de la diplomacia europea, y al Gobierno de España.
Según altos cargos del Ejecutivo consultados por LPO, "al final todos los paÃses nos miran porque Zapatero es un ex presidente de España". La postura del Gobierno es clara: "Remitirnos siempre a lo que dice Europa" en elecciones problemáticas como las de Venezuela. Pero ahora el desgaste es doble, porque "el Alto Comisionado también es español".
Juega al juego de Maduro, y eso es muy difÃcil de justificar para cualquier gobierno. Sobre todo, cuando en unas elecciones solo acude a votar el 30% de la población y bajo amenazas.
Zapatero, por tanto, ha enfadado tanto a Borrell como al Ejecutivo de Pedro Sánchez con estas declaraciones. Pero lo cierto es que llueve sobre mojado en lo que respecta a las gestiones del ex presidente con Venezuela: "Juega al juego de Maduro, y eso es muy difÃcil de justificar para cualquier gobierno. Sobre todo, cuando en unas elecciones solo acude a votar el 30% de la población y bajo amenazas".
Además, las fuentes del Ejecutivo contactadas por este diario aseguran que, de un tiempo a esta parte, José Luis RodrÃguez Zapatero ya no avisa ni a Moncloa ni al Ministerio de Asuntos Exteriores de sus viajes a Venezuela. En muchos casos, de hecho, Presidencia y el organismo que dirige Arancha González Laya se enteran por la prensa o por la información que envÃa la embajada española en Caracas.
"No es lógico", aseguran las fuentes consultadas, este comportamiento, ya que "se tratan de desplazamientos por motivos polÃticos y lo suyo serÃa que el Gobierno estuviera informado".
El tratamiento que recibe Zapatero en Venezuela, además, no deja de ser sorprendente: "Se ha convertido en un invitado de lujo de Maduro. Viaja siempre hasta Santo Domingo, y allà le recoge un avión de la fuerza aérea venezolana que le traslada a Caracas". Honores que solo se otorgan a los aliados estratégicos más cercanos al régimen.
El "seguidismo" que Zapatero está haciendo a Maduro no gusta, por tanto, en Moncloa, pero tampoco en Ferraz: "Además de haberse convertido en un aliado e invitado de honor para Maduro, está defendiendo todas sus tesis. Y eso no casa en nada con lo que se defiende desde el Gobierno y desde el PSOE".
En Podemos, sin embargo, sà avalan la postura del ex presidente socialista. El portavoz parlamentario, Pablo Echenique, valoró las palabras "sensatas" del ex presidente sobre las elecciones en Venezuela, y se sumó a su discurso afirmando que una baja participación no deslegitima unos comicios.
"Está comprando las tesis de Podemos y Podemos es quien le apoya". Ese es el resumen que hacen desde Moncloa y Exteriores a la actitud de Zapatero con Venezuela. Una actitud que "está generando problemas, y los seguirá generando".
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