Para los hipotecados con créditos UVA, el próximo lunes se termina el congelamiento de las cuotas y deberán afrontar aumentos de entre el 6% y el 9%, siempre y cuando no superen el 35% de los ingresos del deudor y sus codeudores.

Para que el problema de los endeudados no escale, el gobierno quiere asegurarse de que el tope del 35% se cumpla a rajatabla y para eso el ministro Jorge Ferraresi se reunirá mañana con el Banco Central y los principales bancos acreedores (el 76% de los créditos los dieron bancos públicos).

La lectura en el gobierno es que un problema de un puñado de personas que están en mejores condiciones que la media para afrontar su solución habitacional. Y que, sin embargo, tiene una visibilidad muy superior a su magnitud. De los 103.609 hipotecados, para noviembre del año pasado solo 781 familias había tenido dificultades para pagar sus créditos, es decir, menos de 1%. Y el resto quiere beneficiarse de una constante de la vuelta a la democracia y que hizo desaparecer el crédito: "las hipotecas se licúan".

Y esta vez, Alberto Fernández no quiere que los contratos firmados voluntariamente por los deudores se conviertan en una carga para el fisco. Lo viene repitiendo desde comienzos de año, pero con la pandemia decretó el congelamiento en marzo y luego lo estiró estiró hasta septiembre.

Alberto descartó más medidas para los hipotecados UVA: "Es un contrato entre privados" 

Como adelantó LPO, el esquema de convergencia permite distribuir en 18 escalones mensuales los aumentos hasta llegar a pagar el precio pleno de cada UVA adeudada. Para las 23 mil familias que se vieron beneficiadas por el congelamiento de los créditos durante el gobierno de Macri (porque tenían menos de 120 mil UVAs de capital adeudado), el incremento será del 9% y para el resto será de algo más del 6%.

El gobierno estudia prorrogar el congelamiento de los alquileres, que podrían subir más del 30% en febrero

Y todo lo que no se haya pagado hasta julio del 2022 se compensará estirando los plazos de pago incluso por sobre la edad máxima que fijan las normas macroprudenciales. E implicaría extender el crédito entre 3 y 5 cuotas más.

La prolongación del congelamiento de Macri hubiera hecho que algunos deudores afrontasen subas en marzo del 35%, y que ya para septiembre -cuando se extendió por última vez- algunos deudores estuviesen en condición de afrontar subas de hasta el 70%. Y nada de eso sucedió. Por el contrario, los inquilinos sí tuvieron que asumir aumentos de incluso el 60%.

Este lunes, un grupo de hipotecados se manifestó frente a la Casa Rosada para pedir una audiencia con el presidente antes de que vuelvan a subir las cuotas por temor a no poder pagar su propio techo.

En el gobierno no minimizan la angustia de estos hipotecados, pero sí la circunscriben a un grupo minoritario. En declaraciones radiales, el ministro Ferraresi explicó que: "el tema es muy difícil porque hay un universo muy heterogéneo", y puso como ejemplo que "el 35% de los tenedores (de esos préstamos) compran dólares todos los meses".

"Otro casi 40% son empleados bancarios, que han tenido salarios por arriba de la inflación, por eso buscamos generar un mecanismo para salvaguardar a los más vulnerables", dijo a AM750.

El cálculo del 35% de aumento de los precios en los diez meses que duró el congelamiento contra el 34,4% que aumentaron los salarios medios de la economía no es preocupante para las autoridades. Si se tiene en cuenta que la relación cuota-ingreso, que antes del congelamiento se aceleraba hacia el 40% estuvo cayendo durante estos diez meses, logró caer debajo del 27% para los que accedieron al congelamiento de cuotas de agosto de 2019 y luego al de marzo de 2020.

Desde luego que el ingreso medio no es representativo de la realidad de cada deudor. En un extremo están los endeudados que perdieron su fuente de ingresos y en el otro los de los pocos sectores que pudieron ganarle a la inflación. Y en el medio están los que no llegan con las cuotas y cada vez dependen más de un codeudor para poder pagar.