El Senado empieza a despojarse de a poco de sus históricos referentes: el año pasado abandonó su banca Miguel Pichetto, jefe del PJ durante 18 años; y en diciembre lo hará el radical Juan Carlos Marino, después del mismo lapso como representante de La Pampa.
"No voy a ser candidato a senador nacional en esta elección. Tiene que haber caras nuevas. No me bajo de nada porque nunca me subÃ", anunció en una breve conferencia de prensa brindada en el hotel Mercure de Santa Rosa, donde aprovechó para hacer un repaso de su larga carrera legislativa.
Marino tiene una estrecha relación con Enrique "Coti" Nosiglia, el histórico operador de la UCR, quien se levantó el teléfono siempre que pudo para ubicarlo en lugares estratégicos del Congreso, como la vicepresidencia de la Cámara y la presidencia de las bicamerales de administración de la Biblioteca y de fiscalización de organismos de inteligencia, ambas con un presupuesto por encima de la media.
Marino sobre el espionaje ilegal: "Siempre supe que me habÃan hecho una operación"
La última, además, fue durante años un dique de contención de los históricos agentes de inteligencia, temerosos de embestidas opositoras que nunca llegaron. Recién chocaron con el Cristina Kirchner en la Casa Rosada y Marino fue el encargado de contener las embestidas opositoras cuando gobernó Mauricio Macri.
En diciembre de 2018 Marino pasó su peor momento como senador cuando fue denunciado por presunto abuso sexual por una ex empleada del Congreso, pero luego fue sobreseÃdo. "HabÃa muchos interesados en que no fuera candidato", interpretó en una entrevista con LPO.
Finalmente, el senador no se presentó a elecciones provinciales, en las que su correligionario Daniel Kroneberger le ganó una interna a Carlos Mac Allister y luego perdió con el peronista Sergio Ziliotto. En esos meses de difamación, reunió la bicameral de inteligencia cada vez que lo pidió la oposición y expuso las denuncias de espionaje ilegal contra el fiscal Carlos Stornelli, en la investigación del juez de Dolores Alejo Ramos Padilla.
Ya no volverá a pasar por esas instancias. "En mi partido, la UCR y en el frente que integramos, Juntos por el Cambio que creo que hay que seguir abonándolo, que crezca, que avance, que prospere, hay mujeres y hombres con la capacidad suficiente, creo que les sobra capacidad, para ocupar el lugar que voy a dejar el 10 de diciembre", sugirió.
"Esto no quiere decir que me estoy retirando de la polÃtica. Soy un hombre joven, de 57 años. Me gusta trabajar. Pero lo voy a hacer desde otro lugar. Creo que es una locura seguir hablando de candidaturas cuando la gente la está pasando tan mal. Ya vendrá el tiempo de la candidatura", propuso.
En su último año sesionó la mayor cantidad de veces por zoom y, por primera vez, no tuvo ningún cargo relevante en el Congreso. Tampoco pudo hacer sentir los deseos de Nosiglia, como fue negociar el pliego de Daniel Rafecas para la procuración a cambio de una presencia de radicales en el control parlamentario de los fiscales.
La negociación estaba avanzada pero los referentes de Cambiemos la anularon en una de las primeras reuniones por zoom. Sin Marino, Nosiglia tendrá como enlace en el Senado a MartÃn Lousteau, actual vicepresidente de la Cámara y su protegido para pelear por la jefatura de Gobierno. Son otros tiempos.
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- 105/03/2109:28Mientras el país real se sigue destruyendo, mirá como prosperan estos emprendimientos unipersonales, ahora hay que pasarle la posta del kiosquito a las "nuevas" generaciones...jajaja