La decisión de los principales paÃses de la Unión Europea de suspender temporalmente la aplicación de la vacuna de AstraZeneca ha puesto en crisis la campaña de vacunación en todo el continente y abrió un debate acerca de la excesiva rigurosidad de los departamentos médicos de cada paÃs, además de encender las alarmas de los especialistas por las consecuencias negativas que tendrá la medida en la confianza de las personas.
La suspensión por parte de Alemania, Francia, Italia, España y otros paÃses por ahora choca con la postura de la Organización Mundial de la Salud y de la Agencia Europea del Medicamento, el organismo regulador de la UE, que por el momento recomiendan continuar aplicando la vacuna de AstraZeneca y consideran que el beneficio de seguir vacunando es mayor que el presunto riesgo.
"Seguimos firmemente convencidos de que los beneficios de la vacuna en la prevención del coronavirus con su riesgo de hospitalización y muerte son mayores que sus posibles efectos secundarios", dijo este martes la directora gerente de la EMA, Emer Cooke. De todos modos, la decisión final del organismo regulador de la UE se conocerá el jueves.
Hasta el momento AstraZeneca tiene detectados 15 episodios de trombosis venosa profunda y 22 de embolia pulmonar entre los más de 17 millones de vacunados en Europa. Según la funcionaria de la EMA miles de personas en toda la UE desarrollan trombosis cada año por una variedad de razones y no hay informes de aumento de coágulos en los vacunados.
"No queremos que la gente entre en pánico y, por el momento, recomendamos que los paÃses sigan vacunando con AstraZeneca", dijo por su parte la responsable cientÃfica de la OMS, Soumya Swaminathan. "Hasta ahora, no hemos encontrado un vÃnculo entre estos hechos y la vacuna", añadió.
Estas contradicciones abrieron un debate entre los especialistas europeos sobre el exceso de rigurosidad en un momento en que los paÃses necesitan con urgencia acelerar las campañas de vacunación para cortar la trasmisión del virus y evitar la aparición de nuevas mutaciones, que podrÃan disminuir la eficacia de las vacunas.
"Los paÃses están haciendo uso del principio de precaución de manera bastante rigurosa", dijo a LPO el presidente de la Asociación Española de VacunologÃa, Amós GarcÃa. "Hay que ser muy prudente cuando se toman este tipo de decisiones. Quitamos una vacuna del mercado en un momento de escasez, por lo que se va ralentizar aún más el proceso de vacunación", añadió.
GarcÃa dijo que si bien "hay una relación de temporalidad" entre la vacunación y los casos de trombosis, "la de causalidad no está nada clara". Por otro lado, dijo que la cantidad de casos "es una incidencia normal a la que habrÃa en personas no vacunadas".
En ese punto coincide Fernando RodrÃguez Artalejo, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid: "En el caso de que se pudiera establecer una relación de causalidad con las vacunas, significarÃa un riesgo muy bajo".
De todos modos, RodrÃguez Artalejo le quita dramatismo a la suspensión. "Tiene sentido estudiar los efectos adversos, sobre todo el más raro que es la trombosis venosa cerebral. Que se hayan tomado unos dÃas para aclarar la situación es una opción razonable. Es una situación normal y esperable", analizó ante la consulta de este medio.
Distinta es la postura de Joan Caylà , miembro de la Sociedad Española de EpidemiologÃa y presidente de la Fundación de la Unidad de Investigación en Tuberculosis de Barcelona. "Si ahora dejamos de vacunar quince dÃas y después llega la Semana Santa, puede suponer un retraso de casi un mes. Se dejarán de vacunar muchas personas que pueden infectarse y presentar sÃntomas graves. Por eso la OMS recomienda seguir vacunando", señaló.
"Esta vacuna se pone en ocasiones a gente que tiene problemas de salud y es posible que hubieran presentado el mismo tipo de trombosis si no se hubieran vacunado", analizó Caylà . "Lo que realmente está demostrado es que la Covid causa trombosis. Que la vacuna lo haga, está por demostrarse", completó el especialista.
Otro punto importante de la suspensión de la vacuna de AstraZeneca es el efecto que tendrá sobre la confianza de las personas. Los especialistas creen que el daño ya está hecho, más allá de lo que dispongan la EMA y la OMS, y nuevamente aumentará la desconfianza en los fármacos.
"Me preocupa la sensación de alarma y pánico que se puede crear en la sociedad. Hay que ser muy prudentes con la polÃtica de comunicación dejando medianamente claro por qué se hacen las cosas", afirmó Amós GarcÃa.
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