El debate interno en el peronismo de Córdoba que lidera el gobernador Schiaretti sobre que estrategia electoral aplicar en las legislativas de este año, empieza a decantarse. No se lo comentan ni a la almohada, pero los dirigentes más importantes del oficialismo cordobés creen que no hay que compartir boleta con el Frente de Todos, aún a riesgo de salir terceros, como auguran algunas encuestas.
Córdoba tiene un particular sistema unicameral en el que todos los legisladores se renuevan en la elección de gobernador. Eso garantiza gobernabilidad al mandatario electo, pero desengancha a la provincia de las legislativas de medio término para el Congreso nacional, donde prevalece la polarización de las fuerzas nacionales.
Cambiemos acuerda con Schiaretti y Lavagna una sesión por biocombustibles y se cae la de Ganancias
Desde que Alberto Fernández asumió la Presidencia, la Casa Rosada ensayó con Schiaretti un juego polÃtico de palo y zanahoria, con la idea de lograr que se fusione con el Frente de Todos. Córdoba desequilibró en 2015 y le permitió a Macri ser Presidente. Asà de importante es la apuesta y por eso Alberto mantuvo la asistencia financiera a la Caja de Jubilaciones provincial y ordenó una provisión importante de obras públicas, pero también dejó correr a su amigo el senador Carlos Caserio para que arme un peronismo no kirchnerista pero cercano a la Casa Rosada.
Hasta ahora Schiaretti agradeció sobre todo la asistencia a la caja de jubilaciones -problema eterno de la provincia-, pero la enmarcó en una correcta relación "institucional" de Córdoba con el poder central. La relación es mejor que la guerra abierta que tuvo con Cristina, pero su espacio cree que las razones para que ese entendimiento no se traduzca en un entendimiento electoral, siguen vigentes.
"Córdoba es el distrito más anti kirchnerista del paÃs", explicó a LPO un importante dirigente del espacio de Schiaretti. "Si acordamos ahora para evitar el riesgo de salir terceros por la polarización, podemos perder el poder en el 2023", agregó. Si se da el peor pronóstico para el oficialismo cordobés y salen terceros -detrás de Cambiemos y el Frente de Todos-, la consecuencia no es menor: perderÃan una banca estratégica en el Senado, para la que todo indica, competirá Alejandra Vigo, diputada y esposa del gobernador.
"Tenemos que defender la coherencia de nuestro modelo polÃtico", destacó. Una muestra de esa lectura la ofrecieron la semana que pasó cuando junto a Cambiemos y lavagnistas, los diputados de Schiaretti acordaron impulsar el tratamiento de la ley de biocombustibles, una industria vital para Córdoba. La jugada causó un daño importante al Frente de Todos que tuvo que reprogramar para el próximo sábado la ley de ganancias, que será una de las banderas electorales de este año del oficialismo.
"Defendemos la agroindustria, la independencia judicial, tenemos una relación correcta con los medios", enumeró la fuente, que no le escapa a la etiqueta "peronismo republicano" para identificar en términos ideológicos, al espacio que integra.
Otro de los dirigentes importantes del espacio de Schiaretti agregó "en los hechos somos un partido provincial y no nos ponemos colorados de decirlo".
La industria de maquinaria agrÃcola vive un boom a pesar de la crisis
Por eso, las fuentes recordaron que no serÃa la primera vez que pierdan la elección nacional de medio término y ganen la gobernación. De hecho, el espacio que fundaron De la Sota y Schiaretti viene gobernando Córdoba de manera ininterrumpida hace 25 años, constituyendo uno de los modelos polÃticos más exitosos del paÃs. Un modelo que siempre buscó proyectar una visión de desarrollo desde el interior del paÃs y que integra en la gestión real de la provincia, a una de las pocas burguesÃas nacionales que quedan, con empresarios agrÃcolas, industriales y de las finanzas.
Un espacio que ahora enfrenta un desafÃo vital. Tras la muerte de De la Sota y la conclusión del último mandato de Schiaretti, por primera vez disputará el poder sin uno de sus dos lÃderes fundacionales. Y como la fórmula binaria parece ser el ADN de este peculiar peronismo cordobés, otra vez asoman dos dirigentes para el recambio: el intendente de Córdoba Capital, MartÃn Llaryora y el vicegobernador Manuel Calvo.
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El FDT tiene que ir con boletas y candidatos propios. No importa cuantos votos se saquen.
Aunque ganen un solo diputado, es mejor que la situacion actual.
EN LAS LEGISLATIVAS, LA PALIZA SERA APOTEOTICA, Y YA DESPUES, SOLO LES QUEDA AGONIZAR 2 AÑOS MAS...
Y NO SE.. A ESTE PAOS, NO SE SI LA GENTE VA A ESPERAR 3 AÑOS.
LOS K, PODRAN ESTAR CONTENTOS, PERO ACA NO CUENTAN CON LAS FFAA Y FFSS COMO EL MONO VENEZOLANO, PARA REPRIMIR Y SOSTENERSE EN EL PODER.