Omar Félix es diputado del Frente de Todos, preside la comisión de energía y combustibles y es uno de los autores del proyecto de ley para una nueva regulación de los biocombustibles impulsado por el jefe de su bloque Máximo Kirchner, después de cajonear el aprobado por los senadores oficialistas que prorrogaba el régimen actual hasta 2024.  

"La prioridad es el bolsillo de los argentinos", explicó el mendocino a LPO y justificó la necesidad de bajar la participación de los bio producidos a base de soja y maíz para evitar que el aumento de las cotizaciones internacionales se trasladare al surtidor. 

-¿Cómo define el nuevo proyecto para regular los biocombustibles?

-Tenemos una ley vigente que vence el 12 de mayo, que cumplió una etapa y ha dado origen a lo que hoy es la realidad de biocombustibles.

Pero estamos en una etapa distinta: hay por un lado el bioetanol dependiente de azúcar, por otro el de maíz y el biodiesel en base de soja. Esto genera realidades diferentes, que también las hay por el tamaño de las empresas y su ubicación geográfica.

En el caso del bio en base a azúcar, sabemos que se le ha reducido el mercado y es fundamental para las economías regionales de las provincias azucareras. La nueva ley protege y cuida eso, porque estamos hablando de un producto que no tiene otra alternativa.

Después tenemos un bio a base de maíz, que lo dividimos en dos grupos: grandes empresas y pymes. Lo que se hace es cuidar el mercado, que las empresas puedan seguir funcionado, pero que la secretaria de Energía, tanto para el bioetanol como el biodiesel, tenga la posibilidad de regular algunos factores como la demanda, la oferta y también el precio final al surtidor.

El kirchnerismo no cedió y la nueva ley de biocombustibles baja los cortes con soja y maíz 

Porque en el bioetanol de maíz o el biodiesel en base a soja tenemos dos productos con materia prima de origen que son commodity y este año tiene un precio en franca expansión, derivado de la demanda que hay de soja en China o la baja cosecha de Estados Unidos

Pero son temas coyunturales. Por eso es que esta ley, que es pensada hasta 2030, otorga herramientas para regular situaciones de coyuntura como la que hoy estamos viviendo.

-La ley establece una baja de la cuota del biodiesel en el gasoil del 10% a 5%, lo que incentiva a una mayor utilización de combustibles fósiles. ¿No puede haber algún problema con los compromisos ambientales asumidos por el Gobierno?

-A ver: conservar la ley como está sería para no poder cumplirla. La secretaría de Energía tendrá la facultad de bajar o subir las cuotas en funciones de las posibilidades reales que tenga el mercado para absorber una cantidad de biodiesel sin trasladarla a los precios del surtidor, o sea, al bolsillo de los argentinos, que es la primera prioridad que se ha buscado.

Desde luego no se va a dejar de cumplir con los compromisos internacionales sobre el medio ambiente. Y no significa que estos valores vayan a estar fijos para siempre.

-Se establece una garantía de rentabilidad para las empresas de biocombustibles. ¿Cómo podría lograrse?

-Lo que hace esta ley es sostener a todas las empresas que se crearon con el sistema de promoción. Una planta que está en la provincia de San Luis o en La Pampa y tiene una distancia al puerto podrá tener un precio regulado por la secretaría y no quedar fuera de competencia.

La secretaría de Energía tendrá la facultad de bajar o subir las cuotas en funciones de las posibilidades reales que tenga el mercado para absorber una cantidad de biodiesel sin que trasladarla a los precios del surtidor, o sea, al bolsillo de los argentinos, que es la primera prioridad que se ha buscado. 

Quien diga que son medidas intervencionistas, debe recordar que estamos ante una actividad creada por una ley, sin la cual no habría biocombustibles. Y la nueva ley garantiza que todas las plantas puedan funcionar.

- ¿Las productoras de bioetanol a base de maíz no pueden dejar de ser sustentables si ceden la mitad del mercado a las plantas de azúcar?

-No. Para las de azúcar se garantiza un mercado y una demanda sostenida en un producto que no tiene otro. El maíz sí tiene otro mercado, entonces lo que hay que regular es el destino de la producción de base.

Tratamos de evitar que un sector vulnerable con demanda en baja, como es el azúcar, se quede sin mercado ante otro commodity que sí lo tiene y hasta puede exportar, como son la mayoría de empresas que hace bioetanol a base de maíz. Hasta el mismo producto de base tiene mercado externo.

Omar Félix.

-La nueva ley prioriza a las pymes en el mercado interno. ¿Acaso hoy no tienen esa porción asignada?

-No. Lo que ocurre es que partir de algún convenio con la Unión Europea se les asegura a las grandes las exportaciones. Pero participan del mercado interno y les dejan a las pymes el residual.

Con este proyecto lo que se hace es invertir esa ecuación: se les asegura a las pymes el mercado interno y se les deja a las grandes las exportaciones y las cantidades que no alcancen a cubrir las chicas en el país.

-La mayoría oficialista del Senado aprobó y aún defiende una ley para que la promoción de biocombustibles de 2006 siguiera cuatro años más. ¿Cuándo decidieron cambiar de rumbo?

-Es que después se miró con más detalle cuál era el impacto y la situación de judicialización que existía por los amparos presentados no cambiaba. La secretaría iba a seguir incumpliendo los mínimos exigidos por la ley.

- ¿Pudo hablar con las aceiteras y petroleras sobre el proyecto que presentaron?

-Con petroleras no hemos hablado; pero sí con distintas cámaras del sector del bio, de maíz o azúcar, u otras regionales del país. Hubo demandas, pero es una frazada corta. Será una ley muy discutida y con participación de los sectores. En la Comisión, vamos a escuchar a todos. 

-Cuando el borrador del proyecto se presentó en la comisión de Energía que usted preside, el diputado oficialista Marcos Cleri denunció una evasión millonaria de las aceiteras. ¿Cómo podrá evitarse con la nueva ley?

-Eso es materia que debe controlar Aduana y Afip, que son los que supervisan el mercado exportador. A nosotros creo que nos corresponde hacer visible los casos detectados para que puedan actuar los organismos competentes.

-Hasta el 12 de mayo rige la ley actual. ¿Qué pasa si no se sanciona?

-Vamos a hacer todo lo necesario para que lleguemos a esa fecha con una ley. No entiendo que podía pasar para no tenerla. Hoy hay herramientas para sesionar virtualmente en comisiones y en el pleno de las cámaras.

-¿Qué cuadro energético imagina para Argentina que sirva para retornar a la autosuficiencia?

-Bueno, el año pasado y este hay una situación coyuntural difícil con baja de producción de hidrocarburos. Pero el mundo tiende a la electro-movilidad, con vehículos eléctricos y también hay un desarrollo importante en hidrógeno.

Con este proyecto lo que se hace es invertir esa ecuación: se les asegura a las pymes el mercado interno y se les deja a las granes las exportaciones y las cantidades que no alcancen a cubrir las chicas en el país.

Esto es un tema que va a ir creciendo, pero también es cierto que estamos en un umbral muy lejano para que se termina de usar los hidrocarburos. Tenemos es que ir viendo como conviven los recursos fósiles con las nuevas energías, hasta que tengan una demanda para satisfacer el mercado.

- ¿Después de la ley de biocombustibles habrá una promoción al litio?

-No sé si de litio. Yo pienso en el uso del tipo de energía. Hoy hablamos de litio para baterías porque Argentina tiene un desarrollo importante. Pero la tecnología tiene un avance tan acelerado que hace no más de 10 o 15 años hablamos de baterías de niquel, ahora de litio y en Europa ya mencionan el vanadio, que es otro mineral. Hay que entender qué está pasando y desarrollar lo más rápido posible los recursos que tenemos.