Los últimos días en el Concejo Deliberante de Córdoba Capital levantaron una intensidad poco habitual por la discusión que se desplegó en las comisiones de Legislación General y de Salud para avanzar en el proyecto que prohibe la publicidad, exhibición y oferta de alimentos y bebidas con altos contenidos de azúcar en las líneas de cajas de supermercados, hipermercados y farmacias.

La iniciativa, que fue impulsada por el concejal de la oposición, Juan Pablo Quinteros del partido Encuentro Vecinal, sumó el respaldo del intendente Martín Llaryora, expresado a través de su concejal Nicolás Piloni. El proyecto podría aprobarse el próximo jueves con la aprobación de casi el total de los 31 concejales de la ciudad.

Sigue el debate de etiquetado frontal y la oposición pide fecha para sancionar la ley 

Hasta el momento, la única que no respalda el proyecto -podría abstenerse- es la concejala de la izquierda, Cintia Frencia, por oponerse en general al código de convivencia que tiene la capital cordobesa. Pero, el resto de los bloques se inclinan por apoyar la iniciativa.

En diálogo con LPO, el propio Quinteros reconoció que hubo dos factores que impulsaron este debate: el primero, la ley de etiquetado frontal, que luego de salir del Senado nacional con 69 votos a favor y 3 en contra, llamativamente se trabó en Diputados; y tratar de reflejar las discusiones que se producen en otras ciudades del mundo con marcada preocupación por el crecimiento de la obesidad infantil.

"Va a ser importante aprobarlo por ser Córdoba la segunda ciudad del país, por lo que esto puede significar a nivel nacional. Si bien hay ciudades que ya iniciaron estas discusiones, e incluso llegaron a buen puerto, Córdoba podría ser la primera en importancia", señala Quinteros.

La aprobación en la Córdoba Capital del proyecto antigolosina no es menor: se trata de la segunda ciudad del país y cuna de una de las empresas más grandes del sector a nivel global: Arcor.

El dato que no es menor es que se trata, además, de la capital de la provincia que es cuna de una de las empresas más grandes de golosinas a nivel global: Arcor. Además, la discusión es seguida de cerca por la Legislatura provincial, donde el bloque schiarettista lo conduce el ex ministro de Salud, Francisco Fortuna.

Quinteros (en el centro) es el opositor que presentó el proyecto y encontró respaldo del llaryorista Piloni (a la izquierda).

Más allá de ello, quienes impulsan la iniciativa apuntan a los ultraprocesados y ponen como ejemplos a los ingredientes que se esconden detrás de los paquetes de snacks. Como así también las gaseosas azucaradas y la distancia que las góndolas que contienen estos productos tienen con respecto a los niños.

"En la línea de cajas la oferta de compra es impulsiva porque no es una compra programada, lo hacés porque te tentás. Y además, es una estrategia de mercado expansible, porque uno termina llevando más de lo que necesita en los famosos 2x1", agrega Quinteros.

El proyecto sumó voces a favor y en contra. Entre los primeros, reconocidos nutricionistas de Córdoba, como el mediático, Carlos Sabagh, hombre de presencia permanente en medios El Doce y Cadena 3. O el médico Héctor Pedicino, referente de la Sociedad Argentina de Pediatría.

Córdoba lidera la ofensiva para limitar la venta de golosinas y choca con Farmacity

A ellos, entre otros, se sumó también el Colegio de Farmacéuticos de Córdoba que mantiene una larga disputa con Farmacity desde hace años.

"Es descabellado en todos lados, pero en una farmacia no tiene lógica que uno entre a buscar un medicamento y salga por un laberinto de golosinas", señalaron desde el Concejo Deliberante a este medio.

La iniciativa también contempla que la ordenanza incluya la prohibición o sanción económica para colocar góndolas con golosinas a partir de los tres metros de la caja o línea de pago.

Entre los opositores a la iniciativa está la Cámara de Industriales de Productos Alimenticios (CIPA) que desembarcó en el Concejo con un intento por frenar la discusión y pidiendo que los ediles presenten proyectos para promover el deporte en lugar de prohibir la presencia de golosinas en góndolas cercanas a cajas.

Sin embargo, tanto Quinteros como Piloni son optimistas y creen que la ordenanza se aprobará. Incluso, otras dos ciudades del Gran Córdoba se podrían sumar a la propuesta: Jesús María y Alta Gracia. En la primera, la ex intendenta del PRO y hoy concejala, Marina Ispizúa, ya presentó el proyecto; y en Alta Gracia, el edil Pedro Spinetti, que responde al ministro de Gobierno, Facundo Torres, analiza hacer lo mismo.