La Cámara de Diputados aprobó este miércoles la ley que establece un nuevo régimen del impuesto a laa Ganancias para las empresas, pero el oficialismo aplicó un último retoque para favorecer a las más pequeñas y provocó un nuevo costo fiscal que deberá absorber el ministro de Hacienda Martín Guzmán.

No tenían más opción que ceder: la votación final terminó con 124 votos positivos, 5 menos que el quórum, por lo que si el resto del recinto se unía en contra la ley hubiera resultado rechazada. 

Para no sufrir un complot de partidos chicos, los referentes del oficialismo concedieron que las empresas con ganancias de hasta 50 millones de pesos paguen lo mismo que en 2020, situación que no ocurría en el proyecto enviado por Guzmán hace un mes. 

Esa versión, además, tenía montos más altos a gravar que el proyecto que el propio ministro había enviado en marzo y los referentes del oficialismo en el Congreso le obligaron a revisar. 

De esta manera, la alícuota de Ganancias será de 25% con ingresos de hasta 5 millones de pesos, una alícuota 5% menor a la que se aplicó para todas las empresas en 2020 pero que sería la vigente si hubiera quedado intacta la reforma de 2017. Por encima de esas ganancias, el impuesto subirá en proporción a al dimensión de los excedentes. 

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Pero mientras el dictamen que llegó al recinto contemplaba un 30% para el tramo de ganancias de entre 5 y 20 millones y un 35% sobre las que excedan esos montos, en el recinto el oficialismo extendió hasta rentas de 50 millones la aplicación de la primera de esas alícuotas.

Nuestra propuesta de reforma del impuesto a las ganancias de las sociedades es equitativa porque sólo va a implicar una alícuota diferencial para empresas con ganancias que excedan los 50 millones de pesos.  

"Nuestra propuesta de reforma del impuesto a las ganancias de las sociedades es equitativa porque sólo va a implicar una alícuota diferencial para empresas con ganancias que excedan los 50 millones de pesos. Mientras, la modificación del impuesto a las ganancias a las personas humanas ya aprobado elevó el piso de este gravamen de tal modo que 1.300.00 contribuyentes dejan de pagarlo", anunció Carlos Heller, miembro informante del oficialismo.

No aclaró cuanto bajará la recaudación prevista con este último cambio. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), sin esa modificación Guzmán podía al menos compensar el impacto de la baja del impuesto a las Ganancias para los empleados con ingresos de hasta 150 mil pesos. 

Luciano Laspina. 

Fotografía HCDN

El primero en cuestionar la ley fue Luciano Laspina, del PRO, defensor de la reforma de 2017 que establecía una tarifa plana de 25%. Además, subía el impuesto al reparto de dividendos del 7% al 13%, pero en esta reforma vuelve a la alícuota original. 

"Hoy estamos votando un aumento impositivo a casi todos los tramos de las empresas y no de los empresarios, un aumento de la presión tributaria en un país que tiene presión tributaria récord.  Tenemos una presión impositiva como los países de la Ocde, pero con servicios africanos", acusó y enumeró 16 impuestos que subieron desde la llegada del Frente de Todos a la Casa Rosada. 

El pampeano Ariel Rauscenberger, del Frente de Todos, le achacó que la reforma de 2017 no logró aumentar la inversión y el empleo. "Ante un contexto pandémico que nos demanda cada vez mayores esfuerzos, debemos dar un paso hacia la sustentabilidad fiscal y aliviar a las empresas de menores ganancias", propuso.

Otra voz crítica fue la de Jorge Sarghini, de Consenso Federal. "Lo más importante por lo que nosotros no acompañamos este proyecto, es que aún en lo más profundo de las crisis, cada política públicas que se decide tiene que arbitrar entre el corto y el largo plazo".  

Hugo Yasky alteró a Cambiemos con sus raccontos del gobierno de Macri. "Decían que si aumentamos los impuestos va a haber inflación y durante cuatro años los bajaron y hubo 50 %.  Necesitamos un país que proteja a las pymes que generan empleo, un país que sea capaz de construir un estado con recursos para fortalecer áreas estratégicas, la salud, la educación, la ciencia y la tecnología, un país que distribuya la riqueza, que penalice la fuga de capitales y la especulación financiera".