El Senado aprobó este jueves una ley de promoción de ganaderÃa ovina y de llamas, que tuvo el respaldo de la oposición y le permitió al oficialismo tener un gesto con dos aliados ocasionales en el Congreso, como son los rionegrinos y la UCR jujeña, cercana al gobernador Gerardo Morales.
En realidad, el jefe del oficialismo José Mayans propuso unificar los dos asuntos en una ley que el lunes tuvo dictamen y se aprobó tres dÃas después. La primera consecuencia fue en la misma sesión de este jueves: el rionegrino Alberto Weretilneck abandonó su belicosidad con el Gobierno, que inauguró cuando su rival MartÃn Soria asumió de ministro de Justicia, y votó a favor del proyecto que le asigna superpoderes a Alberto Fernández para aplicar restricciones por la pandemia.
El proceso fue al menos extraño, porque la promoción ovina es una ley de larga data, sancionada en 2001 y prorrogada en 2011. Venció hace un mes y los diputados patagónicos de todas las fuerzas propusieron renovarla en un proyecto de ley, impulsado por el rionegrino Luis Di Giácomo, leal a Weretilneck. Pero todos se sorprendieron cuando uno similar se unificó con la promoción de las llamas, el tradicional animal de la puna.
"No sé realmente que tiene que ver una cosa con la otra, porque la promoción ovina es para aumentar el rodeo, no para ayudar a gente humilde. Es muy diferente", se sorprendió un diputado radical patagónico consultado por LPO.
Pero es mucho más que nada y no podrán rechazarlo. La ley convierte la promoción original de 2001 en ganaderÃa ovina y de llamas y crea el Fondo para la Recuperación de la Actividad Ovina (FRAO) "no menor a 850 millones de pesos", la mitad de lo que habÃan pedido los diputados.
La mitad debe usarse para financiar, "en forma obligatoria, el Programa para el Mejoramiento de la Calidad de la Lana (PROLANA) y el Programa de Nacional de Fomento del Consumo de Carne Ovina".
"Fueron la Ley Ovina, en su momento, y el Estado provincial de RÃo Negro los que permitieron evitar que miles de productores se vayan de sus tierras. Y de esas 800.000 cabezas de ganado que habÃa en 2011 hoy ya estamos en 1.500.000", celebró Weretilneck.
Cambiemos apoyó pero objetó muchos artÃculos. Alfredo De Angeli sostuvo que, como está la ley, se perjudicarán a los pequeños productores. "Debe volver a indicarse que el 60% de los fondos se va a distribuir entre los productores y el 40% por la cantidad de ganado", pidió.
Mientras que Gladys González, del PRO, reclamó sumarle compromisos ambientales. "DeberÃamos estar preparando a la agroindustria y a nuestro sector productivo en general para un mundo competitivo en donde la sostenibilidad toma valor no solo por una cuestión moral, sino toma valor económico", pidió.
"Lo valioso de este proyecto es que una promoción de inicio y todos los años vamos a seguir trabajando para sostener este tipo de promociones y de otras, como la caprina. Esta ley, además, tiene vigente el cuidado del ambiente y las buenas prácticas de producción", respondió Mayans, que no aceptó cambios.
La ley ahora tiene que definir una agenda en Diputados, donde los últimos dictámenes son la ley de biocombustibles, que divide a todos los bloques; y la de reforma del ministerio público, por ahora sin los votos para tratarse.
El oficialismo necesita aliados como el rionegrino Di Giácomo y los radicales de Gerardo Morales, que ayudaron en algunas leyes del gobierno como el impuesto a la riqueza. Por ahora no hay señales de que actúen igual. Si gestos para lograrlo.
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