Tras los cruces por la Copa América y por un tuit de Alberto Fernández sobre la represión en la protestas, el gobierno argentino ahora se pelea con el de Colombia por la decisión de la administración de Iván Duque de impedir el ingreso y deportar a Juan Grabois.

El martes las autoridades migratorias de Colombia le negaron el ingreso al líder de la CTEP, quien encabezaba una delegación de 20 personas que planeaba relevar la situación de derechos humanos en medio de la represión de las protestas.

"Detenido y agredido nuevamente por un gobierno autoritario", escribió Grabois por Twitter cuando todavía esperaba para entrar a Colombia. "Me han retenido la documentación y el equipaje. Me suben custodiado a un vuelo a Lima, sin explicación de mi ulterior destino. Son tiempos de cambio para América Latina. Nada va a ser fácil. Pero despertamos. Adiós Colombia ¡Fuerza!", indicó después.

Grabois contó después en un audio que fue "agredido con empujones y un golpe en la cara por dos funcionarios de migraciones", y luego otros dos oficiales le informaron que se le "denegaba el ingreso" porque su "presencia era una amenaza para la seguridad del Estado".

Sin embargo, Migraciones de Colombia informó que Grabois "se negó a que se le realizara una verificación a sus documentos, luego de que el sistema arrojara una alerta por vencimiento de su pasaporte".

El gobierno de Alberto Fernández se metió en la disputa y condenó la expulsión del dirigente social, agregando un nuevo elemento de tensión con la administración de Iván Duque, con el que la relación es más que tirante

En un comunicado, el organismo agregó que el líder de la CTEP "le faltó al respeto al Oficial de Migración y al Supervisor a cargo y fue inadmitido" en el aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá. "El extranjero quien, de forma vehemente, exigía su ingreso al país, basado en quién era y quiénes lo habían invitado, fue dejado a disposición de la aerolínea, con el fin de que se cumpla la orden de inadmisión", indicó.

El gobierno de Colombia cruzó a Alberto por denunciar la violencia contra manifestantes

El gobierno de Alberto Fernández se metió en la disputa y condenó la expulsión del dirigente social, agregando un nuevo elemento de tensión con la administración de Iván Duque, con el que la relación es más que tirante. Duque integra el bloque de presidentes de derecha de la región y fue aliado de Mauricio Macri.

"Lamento que autoridades migratorias de Colombia hayan impedido el ingreso del ciudadano argentino y miembro del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede Juan Grabois, que integraba la delegación de observadores de derechos humanos", se quejó el canciller Felipe Solá.

También la Dirección Nacional de Migraciones, que depende del Ministerio del Interior, salió al cruce de la versión del gobierno de Duque y recordó los ciudadanos argentinos pueden viajar con su DNI a los Estados parte del Mercosur y a los Estados asociados, como Colombia. Aclararon que Grabois salió del país con su DNI vigente.

A la queja diplomática de Argentina se le sumó el reclamo realizado por el ex presidente colombiano Ernesto Samper, quien tenía previsto reunirse con Grabois.