Alberto Fernández y el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, inauguraron el tramo Chacabuco-Junín de la ruta 7. Se trata de una 40 kilómetros de autopista clave para el desarrollo productivo de la región.

La ruta 7 -diseñada como autopista, pero ahora reconvertida en autovía- es una ruta radial al Área Metropolitana de Buenos Aires que une las principales ciudades agrícolas del noroeste de la provincia vinculando los municipios de Luján, San Andrés de Giles, Carmen de Areco, Chacabuco y Junín.

Pero además, la traza finaliza en la provincia de Mendoza, en el Túnel Cristo Redentor que une la Argentina con Chile luego de recorrer 1.224 kilómetros.

Se trata de una obra que requirió una inversión de $5.000 millones para una carpeta de concreto asfaltico en caliente, dos bases de concreto asfaltico, sub-base de suelo cemento y suelo seleccionado estabilizado con cal. Las colectoras son de terraplen desde el kilometro 219 al 255, mientras que en la zona semi-urbana del kilometro 255 al 257,9 estan pavimentadas e iluminadas.

Asimismo, la nueva autopista cuenta con tres distribuidores un puente sobre el Río Salado y una pasarela para garantizar la seguridad de quienes se trasladan hacia una escuela ubicada sobre la ruta, en cercanías a la localidad de Junín, una obra pendiente de ejecutar por los contratos ex PPP (Participación Público Privada).

Los trabajos generaron 160 empleos y se iniciaron en septiembre de 2015, pero fueron ralentizados en octubre de 2019 y retomaron el ritmo de ejecución en mayo de 2020.

Hasta el mes de diciembre de 2019 sólo se completó el 57% de la obra, que incluyó la habilitación de 20 kilómetros. En tanto, durante esta gestión se terminó el resto de la obra de autopista con los distribuidores y el puente sobre el Río Salado.

Desde Obras Públicas detallan que en octubre de 2019, la gestión de gobierno anterior realizó un acto de inauguración de 20 kilómetros en el tramo Chacabuco a Junín y recuerdan que a días de esa inauguración fueron despedidos 40 trabajadores. Pero además, meses después debido a problemas generados por el drenaje en las alcantarillas y atascamiento de agua sobre la calzada, debió suspenderse la circulación vehicular.

Por eso, Vialidad Nacional agilizó las obras para poder ejecutar los nuevos 33 alcantarillados, así como también afrontar los pagos atrasados a las empresas contratistas.

Incluso tuvo que avanzar con la demolición de los desagües existentes en la traza antigua, toda vez que sus dimensiones eran menores a las del proyecto de nueva calzada y a las de las colectoras.

En tanto, se encuentra en ejecución la variante Chacabuco que cuenta con una extensión de 23 kilómetros e implica una inversión de $5.200 millones. Esos trabajos -que generan 100 puestos de trabajo- fueron reiniciados en noviembre de 2020, luego de estar paralizados desde mayo de 2019.

En tanto, la sección Carmen de Areco-Chacabuco se reactivará entre los meses de julio y agosto. Ese tramo cuenta con de 55 kilómetros de extensión y tiene una inversión de $2.106 millones. La obra fue contratada en junio de 2017 sin inicio efectivo de los trabajos.