La región de la Araucanía en Chile es una zona altamente conflictiva que hace décadas ningún gobierno no le encuentra una solución viable. Allí, conviven organizaciones mapuches con reivindicaciones muy marcadas y el estado que suele ignorar muchas de las demandas.  

El presente de transformaciones sociales y el cambio constitucional en el país trasandino abrió una puerta interesante para que Chile pase a ser un estado plurinacional en donde los pueblos originarios puedan ser sujetos de derecho. 

A punto tal este cambio está en marcha que la presidente de la Asamblea Constituyente es la académica mapuche, Elisa Loncon. Sin embargo, persisten grupos violentos que rechazan esta nueva relación con las instituciones públicas de Chile y defienden una salida insurreccional poco viable. 

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Una reciente editorial en el diario La Tercera da cuenta de esto y habla de la naturalización de la violencia política y menciona las posturas intransigentes de la Coordinadora Arauca-Malleco (CAM) que también tiene disputas internas por el control de territorio con la WAM, otros de los grupos violentos.

En este contexto, LPO consultó a Salvador Millaleo, profesor de la Universidad de Chile e integrante del equipo programático en temas de Pueblos Originarios del candidato presidente, Gabriel Boric, quien dijo que "existe un conflicto que ha ido escalando que se remonta al origen del mismo estado y la violencia que se ha ejercido contra la comunidad mapuche que, desde 1997 aproximadamente, algunos sectores radicalizados han reaccionado mediante violencia política". ·Es un grupo minoritario pero las acciones violentas han crecidos", añadió.

El especialista explicó que "las causas del conflicto requiere de una transformación del estado, de empezar a dar respuestas a las demandas de tierra, la posibilidad de desarrollo propio y de avanzar en más derechos políticos. Todas estas demandas no tuvieron respuesta, hasta ahora que hay un proceso Constituyente". "El conflicto indígena es uno de los factores que motiva la Constituyente y el sistema política tiene que hacer una cirugía mayor", agregó.  

Existe un conflicto que ha ido escalando que se remonta al origen del mismo estado y la violencia que se ha ejercido contra la comunidad mapuche

Sobre la falta de políticas públicas para abordar el tema, Millaleo señaló que "el problema es que la única manera que encontraron los gobiernos en los últimos 20 años para resolver la cuestión fue la criminalización y militarización. Esta idea surge de una vision que indica que solo es una cuestión de criminalidad, delincuencia e incluso de terrorismo y con ello hay que desplegar el sistema penal, policías y militares. Las empresas han pedido estado de excepción para que haya poderes excepcionales".

"Esto, lejos de resolver el problema, lo agrava. Las policías no operan con estándares adecuados a la hora de actuar y al no defender los derechos humanos, empeoran el problema generando, por ejemplo el asesinato de Camilo Catrillanca", aseveró e insistió: "Esa no es la solución, tampoco creo que lo sea la violencia política, es una fantasía de insurrección y revolución que alimenta la justificación de la represión. La vía de solución del conflicto mapuche es un cambio constitucional y luego de legislación y políticas públicas junto a una mesa de diálogo para llegar a acuerdos constructivos. Con esto, los grupos radicalizados se desarmarían y el estado tiene que limitar el accionar de la policía". 

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Sobre la interna entre las organizaciones mapuches, el docente universitario explicó que "los sectores radicalizados no han querido participar de la Constituyente, en su ideología el estado no es un sujeto con quién se pueda llegar a acuerdos. Esa vision no es compartida por el resto del pueblo mapuche, que quiere un nuevo pacto del estado donde se reconozcan derechos, autonomía y el carácter plurinacional del estado". 

La única manera que encontraron los gobiernos en los últimos 20 años para resolver la cuestión fue la criminalización y militarización

Por otra parte, la Araucanía es un bastión electoral de la derecha. En las últimas elecciones para gobernador fue el único territorio que pudo preservar el oficialismo de 16 en juego y en 2017 el ultraderechista, José Antonio Kast, hizo una gran elección en una campaña en la que Sebastián Piñera prometió aplicar la ley antiterrorista. 

Para Millaleo esto es así porque "los conservadores están mejor organizados en la Araucanía y tienen una vision mas extremas que en otras regiones. Falta un desarrollo político de los mapuches para balancear el poder de la derecha".

A su vez, sobre la primera medida que tendría que tomar el nuevo gobierno respecto de esta zona, el académico señaló que debe ser "un dialogo multinivel". 

Por último, Salvador Millaleo profundizó sobre la conexión que puede existir con los grupos que operan en Argentina y planteó: "Hay intereses de los gobiernos en generar la idea de un enemigo interno, esos discursos son políticamente interesados y muy riesgosos. No se puede negar contacto y diálogo entre la Resistencia Ancestral Mapuche de Argentina (RAM) y la WAM y la CAM de Chile pero hay que dejar en claro que no hay una trasnacional terrorista al estilo IRA o ETA". 

El nuevo presidente de Chile tendrá un enorme desafío por delante a la hora de pacificar esa zona y desarticular a los grupos radicalizados sin aumentar los niveles de violencia, algo que ningún gobierno desde la vuelta de la democracia supo hacer.