Muchas verdades y noticias recorren el interior del país sin llegar nunca a influir en la mesa política que desayuna día a día en la capital de la Nación. Entre esos casos, está una fuerte investigación de un medio cordobés que revela el rol clave que la empresa Electroingeniería, reciente comprador de la empresa de transporte eléctrico Transener en sociedad con la estatal Enarsa, tuvo en el circuito de coimas del escandaloso caso Skanska.

La excelente nota del diario Día a Día describe con detalles una coima de 10 millones dólares que la firma sueca habría planeado pagar a Electroingeniería para quedarse con una obra, finalmente abortada por la explosión mediática de los sobreprecios y las facturas truchas en las obras con Transportadora de gas del Norte (TGN) y Transportadora de gas del Sur (TGS).

La obra en cuestión, sería la ampliación del Tercer Tramo del Sistema Interconectado Nacional. Según explican, la empresa cordobesa ganó la licitación, pero se vio obligada a "nominar" a Skanska ya que la firma cordobesa no tenía capacidad técnica para realizar las obras que debían cruzar dos ríos en la zona de Zárate Brazo Largo. A cambio de quedarse con esta obra, según lo trascendido, la firma sueca debía pagar esa millonaria suma en concepto de coimas.

Todo esto estaría claramente señalado en un memo interno remitido desde la filial local de Skanska a la casa matriz en Suecia. Incluso, el nuevo vocero de Skanska Miguel Ritter -quien obtuvo el cargo luego de elogiar gratuitamente a la firma sueca en una revista de marketing- confirmó a Día a Día, la naturaleza del frustrado negocio entre Skanska y Electroingeniería.

La coima que no fue

Hasta el momento, el pago frustrado que desnudó José Alonso, ex gerente de Skanska había sido admitido por el memo de la firma sueca pero sin revelar a que obra correspondía. La coima que Skanska habría bajado correspondería a la construcción de una parte del Tercer Tramo del Sistema de Transmisión Asociado a la Central Hidroeléctrica de Yacyretá, entre las localidades de Colonia Elía, en Corrientes, y General Rodríguez, en provincia de Buenos Aires.

Según la información publicada por Día a Día, la coima fallida habría sido una condición para que Electroingeniería subcontratase a Skanska para realizar los cruces de ríos en un sector del tramo en cuestión que nace al oeste de la localidad de Ceibas, en Entre Ríos, más precisamente entre las rutas 47 y 45, y se extiende hasta la localidad de Zárate, cruzando varios brazos del delta en paralelo al complejo vial ferroviario, Zárate–Brazo Largo, obras que Electroingeniería no podía llevar a cabo.

La licitación para esta obra, ganada por Intesar –una de las filiales de Electroingeniería- fue de 191 millones de dólares y se realizó a comienzos de 2006. En este acuerdo es donde se habría suscitado el ilícito que luego no se concretó. Justamente, cuando estalló el caso Skanska con TGN y TGS, los siete gerentes separados de la empresa eran especialistas en ductos, como la obra que Skanska iba a realizar para Electroingeniería.

Pese a todo este inconveniente, la obra comenzó a ejecutarse y ahora es coordinada por otra empresa llamada Dyopsa (Dragados y Obras Portuarias Sociedad Anónima) que construyó el complejo vial ferroviario, Zárate-Brazo largo, paralelo al tendido eléctrico de Yacyretá. El ingeniero de Dyopsa, Rubén Raimundo, le habría confirmado a Día a Día que trabaja para Intesar.

Pero lo más raro es que más allá de la coima fallida de la que dieron cuenta, fuestes de Skanska confirmaron al mismo medio que técnicos de la firma sueca están trabajando en esa obra, e incluso los materiales para desarrollarla se los habrían comprado a Skanska.

Electroingeniería, De Vido y Zanini

El vínculo entre la firma cordobesa y el gobierno es un dato que viene reproduciéndose y sumando interrogantes a gran velocidad. De hecho, la reciente adquisición de Transener por la sociedad formada por Enarsa y Electroingeniería demuestra la "confianza" que el gobierno de Néstor Kirchner tiene en la firma cordobesa.

El vertiginoso crecimiento de Electoringeniería durante el gobierno kirchnerista señala que la empresa cordobesa Electroingeniería realiza o ya concluyó obras por más de 1.450 millones de dólares para el Estado Nacional en el sector eléctrico.

La información circulante la relaciona directamente con el ministro de Planificación Julio de Vido. Además de un completo informe que los diputados del ARI Adrián Pérez y Fernando Sánchez que estudia la relación del gobierno nacional con empresas privadas –ver "Electroingeniería y el Gobierno"-, la candidata presidencial Elisa Carrió le apuntó al funcionario K por su relación con Electroingeniería.

Entre otras cosas, dijo que "Electroingeniería gana licitaciones porque se las concede el Ministerio de Planificación Federal" y recordó que "su crecimiento se inició con las 100 escuelas que construyó para (el gobernador José Manuel) De la Sota en Córdoba". Justamente, allí operaba como ministro de Educación Ricardo Jaime, hoy operador de De Vido desde la Secretaría de Transporte y vínculo privilegiado con esta empresa.

Carrió evaluó en las declaraciones que publicó Día a Día que "el objetivo final de De Vido, a través de la participación de Electroingeniería en la estatal Enarsa es el mercado eléctrico. Y en realidad como Enarsa es el Estado, Electroingeniería serían ellos", en mención a los funcionarios más cercanos al presidente.

Para cerrar, apuntó al presidente de Electroingeniería, Osvaldo Acosta, como el nexo entre la empresa y el gobierno.

Para completar el cuadro se puede mencionar que el titular de Intesar, la empresa dependiente de Electroingeniería, es Gerardo Ferreyra, quien militó en el ERP y estuvo preso nueve años, compartiendo esas épocas duras con el influyente secretario Legal y Técnico, el también cordobés Carlos Zanini.