Mauricio Macri está pensando en relanza su gestión de cara al 2011. Esta idea que sobrevuela por los despachos del PRO incluye sumar más ministerios y algunas figuras con un perfil más progresista a la gestión.

Un dato central alimenta el relanzamiento: hace apenas una semana en una reunión de gabinete ampliado el jefe de gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, habló de los próximos ejes de gestión y trazó nuevas líneas de acción para los dos años y medio que faltan de gobierno.

De esta manera, este “cambio de enfoque”, como lo denominan varios ministros del elenco de la ciudad, estará dedico a la gestión y a la construcción política para las presidenciales.

Ministerio 1: Seguridad Vial

En este contexto, desde hace algunos meses en Bolívar I y en la Legislatura porteña resuena el rumor de que se armará un ministerio dedicado exclusivamente al tema del transporte, acaso una de las principales preocupaciones de los porteños según las encuestas (siempre detrás de la seguridad y el espacio público).

Así, el macrismo podría crear un Ministerio de Seguridad Vial (un nombre infinitamente más atractivo) que absorbería muchas de las áreas que hoy tiene a cargo la cartera de Desarrollo Urbano, cuyo titular es Daniel Chain.

El nombre para ese futuro cargo sería el de Diego Santilli, actual vicepresidente de la Legislatura porteña y quien viene trabajando en temas de seguridad vial a partir de un libro para niños de su autoría sobre el tema y una fluida relación con “Luchemos por la Vida” (inclusive firmó convenios de cooperación). No está claro en este esquema dónde quedaría Sbase (Subterráneos de Buenos Aires).

De todas formas, esto ya despertó los celos de Chain quien prefiere que “el colorado” Santilli recale a fin de 2009 (se le termina el mandato y no puede renovar) como director del Banco Ciudad, un cargo por el que ya pasó años atrás.

Ministerio 2: Descentralización

Otra dependencia que Macri analiza crear es un ministerio de Descentralización, tal como existía cuando Jorge Telerman era jefe de gobierno.

La idea apunta, básicamente, a la elección de comunas que necesariamente debe realizarse antes de fines de 2011 por orden de la Justicia.

Para el cargo fue tentado el legislador porteño del PJ, Juan Manuel Olmos, a quien se le vence el mandato a fin de año. Hombre del sindicato de porteros y estratégico en el armado de mayorías legislativas (ha prestado votos clave para las leyes más importantes), goza de buena sintonía con el PRO. Sin embargo, el diputado de la ciudad dijo “no”.

Este mismo cargo le había sido ofrecido, justamente, con Telerman y en aquella ocasión el legislador también se había negado.

Centro izquierda

Sumar a Olmos no sólo es una jugada arriesgada sino que tiene dos horizontes más, independientemente de la capacidad política del legislador: en primer lugar comenzar a sumar figuras de centro izquierda que ahora están difuminadas.

Aún más: tras la designación de Jorge “El Fino” Palacios y tras los 24 puntos de Pino Solanas, en el macrismo creen que tienen que volver a ampliar el espectro ideológico para que no se escapen parte de los votos que lograron en 2007 cuando Gabriela Michetti (y sus allegados como el ministro de Educación, Mariano Narodowski o el secretario general, Marcos Peña) lograba representar ese pensamiento más equilibrado que despejaba los fantasmas de la derecha dura de otros dirigentes del PRO.

En este nuevo armado en el macrismo piensan en que el legislador Raúl Fernández, ex jefe de gabinete ibarrista y secretario general telermanista, se pueda acercar. Si bien nunca lo haría formalmente, ha sido un colaborador de fuste del macrismo en la Legislatura porteña para sancionar una serie de iniciativas que bregaba el Ejecutivo.

En el mismo sentido, también analizan incorporar a dirigentes intermedios con un perfil progresista del radicalismo para mostrar esa diversidad de la que se enorgullece el macrismo.

Por otro lado, la jugada con Olmos también apunta a acercar posiciones con los legisladores que responden a él: Silvina Pedreira, que es presidenta de la comisión de Planeamiento Urbano (de donde salen las modificaciones de zonificación para millonarios negocios inmobiliarios) y Mateo Romeo, quien ingresa a la Legislatura a partir del 10 de diciembre.

Detrás de la reconfiguración del sistema estratégico de alianzas de Macri se encuentran Jaime Barba Durán y, en especial, Santiago De Estrada, actual auditor porteño.

Viejo conocedor de la política de la ciudad y ex vicepresidente de la Legislatura, De Estrada le repite al jefe de gobierno que la conformación parlamentaria que viene será muy complicada y que, además, para llegar al 2011, debe reacondicionar sus nexos políticos y abrir el juego.

Por ello la gobernabilidad será crucial para Macri, más aún pensando en los legisladores que llegan en diciembre y las posibles complicaciones que implicarán para el Ejecutivo.

Gestión

A pesar de los problemas en las cuentas, y tras un pedido de achique del gasto por parte de Rodríguez Larreta, el PRO busca fórmulas para rediseñar el gobierno.

“Ya tuvimos un aprendizaje después de este año y medio, ahora tenemos que enfocarnos en mejorar la gestión y hacer más eficiente el Estado”, explica un ministro de alta visibilidad a LPO.

La referencia es clara: actualmente dos áreas se llevan el 50% del presupuesto, Educación y Salud, y cada una posee sólo dos subsecretarias. Entre ellas, alrededor del 70% de sus fondos se destinan a pago de empleados.

En este marco, en el macrismo analizan encarar una fuerte reforma del Estado. “Queremos modernizarlo, que sea menos burocrático y que la relación entre el vecino y el funcionario sea más directa”, agrega el ministro en estricto off the record.

Por ello, una posibilidad es crear una subsecretaria (o un ministerio) que cncentre el trabajo de modernización del Estado.

Así las cosas las posibles reestructuraciones quedarían para después del 10 diciembre, cuando el mapa político estaría más despejado a nivel nacional.