Andrés “El Cuervo” Larroque, jefe de La Cámpora, leal a Máximo Kirchner y protegido de la presidente, habló por primera vez como diputado nacional, en la sesión especial en la que se sancionó la ley para estatizar YPF.

Larroque centró la atención del recinto minutos antes de iniciarse los discursos de cierre, cuando los palcos estaban colmados por militantes de La Cámpora que repudiaban cada voz opositora y aclamaban a los oficialistas.

“La política le ganó a las presiones de las corporaciones mediáticas y económicas”, fue lo primero que tuvo para decir Larroque, quien no fue el primero en hablar de su agrupación: al mediodía lo habían hecho la pampeana María Luz Alonso y la mendocina Anabel Fernández Sagasti.

Aunque el joven más aplaudido fue Leonardo Grosso, del Movimiento Evita, quien fustigó por igual a quien haya participado de la privatización de YPF hace dos décadas. “Lo que no defendió este recinto lo defendió la calle”, remarcó, para defender su pasado piquetero.

“El Cuervo” tampoco buscó amigos con los opositores. “Reivindicamos el consenso pero no estamos de acuerdo con las exposiciones de algunos diputados que nos acompañan en la votación en general”.

“Entendemos que se ha agraviado la memoria de Néstor Kirchner, en algo de mal gusto por la situación en si y porque es imposible el agravio debido a que vive en el corazón del pueblo argentino”, dijo Larroque.

En los escasos minutos que tuvo la palabra, le respondió a la diputada del Pro Gladys González, quien había denostado a su agrupación.

“Queremos tanto a YPF, para que no queden dudas, que nos paraliza la posibilidad de que se transforme en el nuevo chiche de La Cámpora”, había dicho la diputada de la provincia de Buenos Aires.

“La Ciudad de Buenos Aires parece un juguete en manos de Macri; que como tiene muchos juguetes la descuida”, respondió.

“Avísenle (a la diputada) que no es un juguete. Que hoy viven millones de personas y que trabajan otros tanto, avísenle a Macri”.

Se refirió a Elisa Carrió, como quien “en la última elección sacó el 1,82 por ciento de los votos, 11,5 millones menos de votos que Cristina Fernández de Kirchner”.

“Dijo que esta nueva generación militante era conducida al matadero; aunque en realidad la única que fue conducida al matadero fue ella por parte de (el CEO de Clarín, Héctor) Magneto y por eso perdió la representación popular que tenía”, concluyó Larroque.