Las polémicas declaraciones del intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez, llevaron al máximo las tensiones entre la Casa Rosada y la gobernación bonaerense. Es que el jefe comunal reveló que Cristina Kirchner había dicho que Daniel Scioli debía renunciar porque no sabía gestionar.

Durante toda la mañana, en la Provincia esperaban que algún funcionario del kirchnerismo salga a desmentir los dichos de Díaz Pérez, frente a la crisis institucional que representaría la veracidad de sus declaraciones. Hasta el momento, sin embargo, ningún vocero del kirchnerismo lo negó.

Todo lo contrario. El presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, un hombre fuerte de la Provincia que aspira a suceder a Daniel Scioli, salió a profundizar la críticas hacia el mandatario bonaerense, en medio de la crisis financiera y del fraccionamiento del pago de aguinaldo a los empleados estatales.

El ex ministro de Agricultura advirtió que "mientras Buenos Aires no logre tener un gobernador que sea parte de la historia política de la provincia" persistirán "los problemas" financieros.

Sin mencionar explícitamente a Daniel Scioli, Domínguez afirmó que "Buenos Aires necesita ser gobernado por dirigentes que sean de la provincia, que conozcan los problemas de la provincia y que interpreten el sentimiento de la provincia de Buenos Aires".

"Y esta es una deuda que tenemos la dirigencia en su conjunto que no hemos sabido construir líderes políticos que representen los intereses de esta provincia", manifestó Domínguez al término de una reunión con parlamentarios brasileños realizada en la Cámara baja", consideró.

Cuando se lo consultó específicamente por las polémicas declaraciones de Díaz Pérez, contestó: "Yo no puede ser exégeta ni interpretar el pensamiento del intendente de Lanús".