La inesperada derrota de la lista de Jorge Sapag en la interna del Movimiento Popular Neuquino alteró los planes del kirchnerismo para la renovación de la Cámara de Senadores. La Casa Rosada daba por hecho que a partir de diciembre contaría con el aporte de dos legisladores del MPN y apostaba a sumar un tercero con la lista propia del Frente para la Victoria.

Sin embargo, el sindicalista Guillermo Pereyra dio la sorpresa en las primarias y le arrebató el triunfo a la boleta que encabezaba la vicegobernadora Ana Pechen. Aliado de Hugo Moyano, el petrolero es un férreo opositor a Cristina Kirchner y ya avisó que cambiará la postura que hasta ahora tiene el MPN en el Congreso. Es decir, ya no votará los proyectos del oficialismo.

De no producirse otro resultado sorpresivo en octubre, la lista de Pereyra y Lucila Crexell se impondría con comodidad, ya que el resto de las agrupaciones no superó el 10% de los votos (el MPN sumado quedó cerca de los 60 puntos). De esta forma, el MPN opositor obtendría dos bancas y el FPV deberá apostar a lograr segundo lugar con la lista de Marcelo Fuentes, que en las primarias quedó tercera a 400 votos de Compromiso Cívico Neuquino.

Es decir, la Casa Rosada podría pasar de tener dos senadores propios (Fuentes y Nanci Parrilli, la hermana del secretario de la Presidencia) y un aliado (Horacio Lores), a tener tres opositores.

En este escenario, el FPV busca centrar su estrategia en seducirse a los votantes kirchneristas del MPN y a los “heridos” que quedaron tras la durísima interna entre Pereyra y Pechen. Pero no será sencillo. El primer voto que el kirchnerismo parece que no tendrá en octubre es el del propio Jorge Sapag.

La semana pasada, el gobernador de Neuquén tuvo su primer cara a cara con el dirigente petrolero, algo que se esperaba desde el día después de las primarias. El encuentro fue varias veces pospuesto y se desarrolló en un absoluto hermetismo. En el entorno de Sapag se negaron a dar detalles de lo conversado.

Pero Pereyra sí habló y aseguró que consiguió el apoyo. “El gobernador comprometió su acompañamiento en las elecciones legislativas del 27 de octubre (…) se habló también de un trabajo partidario conjunto de cara a las elecciones legislativas”, informó su oficina de prensa. La desmentida del oficialismo neuquino nunca llegó.

Ayer, el ex director de YPF ratificó esa información: “Estoy convencido que el MPN va unido hacia octubre”. "Con las cosas que se dicen en la campaña pasan este tipo de cosas, pero después hay que trabajar para limar las asperezas. Es lo que me ha expresado el gobernador y por supuesto el apoyo con miras al 27 de octubre", insistió. Tampoco Sapag desmintió esas declaraciones.

“Sapag no tiene margen para no respaldar a Pereyra. Quizás tenga una actitud pasiva en la campaña, pero el grueso del partido va a respaldar a la lista del MPN. Tampoco va a querer favorecer a Fuentes y Parrilli”, comentaron desde el entorno del dirigente petrolero.

Algunas versiones indican que en la reunión de la semana pasada, Sapag le pidió a Pereyra que frene la embestida contra el acuerdo entre YPF y Chevron, que la Legislatura provincial deberá aprobar esta semana. Si existió, el pedido parece que tuvo respuesta favorable.

“No voy a poner piedras en el camino”, anunció el titular de los petroleros, que aseguró que no acompañará ninguna acción judicial contra el convenio ni tampoco buscará frenar la sesión del próximo miércoles. "No voy a tener ninguna disputa con el compañero gobernador, al que comprometí mi apoyo para que su gestión no tenga sobresaltos", declaró. También descartó su idea de someter el acuerdo a una consulta popular: “Ya fue plebiscitado el 11 de agosto, con un resultado adverso”.

Parrilli se mete en la pelea

La actitud de Sapag y el escenario adverso, obligaron a Oscar Parrilli a ponerse al frente de la campaña para octubre en su provincia. En realidad la obligación la impartió Cristina Kirchner, que envió al secretario general de la Presidencia a reordenar la tropa kirchnerista, según informó el diario La Mañana.

El medio aseguró que el funcionario busca terminar con las fisuras y alinear a los intendentes que responden a la Casa Rosada, al tiempo que iniciará un operativo seducción de los alcaldes que responden a Sapag.

Parrilli estuvo este fin de semana en Neuquén y encabezó un acto que combinó un discurso kirchnerista con críticas a Pereyra, casi en el mismo tono que usó Pechen durante su campaña. “Hay candidatos que no saben para qué se presentan, si para senador, gobernador o para agrandar el sindicato”, disparó y le recordó al petrolero un supuesto apoyo a Resol.

"Todos los que hayan votado por Pechen y que estén convencidos de que le quieren dar fuerza a Cristina Fernández, bienvenido el voto (…) Estoy convencido de que la gran mayoría de los neuquinos apoya este proyecto, como ya lo apoyaron en el 2003, en el 2007 y en el 2011”, se esperanzó.