Unas diez mil personas se movilizaron ayer a la gobernación de Neuquén para cuestionar el convenio entre YPF y Chevron y para repudiar por la represión del miércoles y que cerró, según las estimaciones de los gremios docentes, con un saldo de 15 heridos que debieron ser atendidos, según informó el diario Clarín. 

La manifestación se congregó poco antes del mediodía en el centro de la ciudad y fue convocada por las agrupaciones que lideran los reclamos contra el acuerdo YPF-Chevron: CTA, centros de estudiantes secundarios y universitarios, agrupaciones de izquierda, asociaciones ecologistas y grupos mapuches, entre otros.

Esta vez, la marcha fue pacífica, en parte porque no había policías ni funcionarios que intentaran impedir la marcha, que terminó cerca de las 13:30 en la puerta de la casa de Gobierno.

El miércoles, la represión comenzó a las 11 de la mañana y duró hasta después de las 18. El resultado fueron varios manifestantes heridos, uno de los cuales recibió un balazo de plomo. Se trata del maestro Ramiro Barreiro, que continúa internado, aunque fuera de peligro. El gobernador Jorge Sapag dijo que el disparo se realizó desde un arma tumbera.