El jefe del bloque de Diputados del macrismo, Federico Pinedo, no. La titular de Coas, Carmen de Polledo, tampoco. Ahora el macrismo ensaya dos variantes para elegir quién estará al frente de la boleta porteña.

Por un lado, se encuentra el diputado nacional Esteban Bullrich, titular de Recrear (el ex partido de Ricardo López Murphy, con quien se peleó luego de que éste se oponía a fusionarse con el PRO), ex Ministerio de Desarrollo Social en reemplazo de María Eugenia Vidal y quien goza del apoyo total de Horacio Rodríguez Larreta.

Referente en el Congreso, fue uno de los denunciantes de la causa Skanska, entre otros hechos de corrupción que golpearon al kirchnerismo, y cultivó una muy buena relación con el jefe del bloque de la Coalición Cívica, Adrián Pérez, y con Patricia Bullrich.

Por el otro, apareció la semana pasada el nombre de Fernando de Andreis. Se trata del legislador porteño que organizó a los Jóvenes de PRO y que tiene línea directa con Mauricio Macri, quien lo conoce desde pequeño.

Además, en la línea del macrismo, juega con Gabriela Michetti y Marcos Peña, de quien fue jefe de asesores y principal asesor legislativo en materia de educación (junto a Mariano Narodowski) cuando el secretario general era titular de la comisión de Educación.

A tal punto que el año pasado se transformó en el vicepresidente de la comisión y fue uno de los pocos que defendió con firmeza al mismo Narodowski en varias de sus presentaciones en la Legislatura (algunas que terminaron en escándalo como en el caso de becas).

Como se dijo, De Andreis conoce a Macri desde que era chico. Es que el joven legislador es medio hermano de la primera mujer del ex presidente de Boca, Yvonne Bordeau. A pesar de ello, ha cultivado un perfil bajísimo durante sus primeros cuatro años de mandato y se dedicó exclusivamente al trabajo legislativo y al armado de los Jóvenes del PRO.

Reuniones

A todo esto Bolívar I hay reuniones de todo tipo. En especial hay al menos una de una suerte de mesa chica ampliada del macrismo.

Allí, el jefe de gobierno, junto a su jefe de asesores, José Torello; Santiago de Estrada (quien atesora la experiencia de haber estado cuatro años al frente de la Legislatura), Rodríguez Larreta; Gabriela Michetti y Peña y el vicepresidente de la Legislatura, Diego Santilli; decidirían quién finalmente será el número uno de la boleta porteña.

Por ahora se trata de una suerte de “cabeza a cabeza”. A tal punto que la semana pasada las especulaciones corrían: el miércoles De Andreis estaba con ventaja, el jueves Bullrich estaba más cerca.

Lo cierto es que todo el fin de semana las operaciones estuvieron presentes. Pero, a diferencia de otros casos, las estrategias no tenían que ver con atacar al otro.

En el caso del diputado nacional, junto al jefe de gabinete, intentaron mostrarle a Macri que los actuales legisladores porteños (el michettista Martín Borrelli y los peronistas Cristian Ritondo y Álvaro González) que podrían presidir “la casa” parlamentaria no están a la altura de las circunstancias y que, por tal motivo, no queda otra opción que bajar a Bullrich a la ciudad.

En el sentido opuesto, De Andreis mantuvo un prudente silencio durante todo el fin de semana y dejó en manos de Michetti y del secretario general la defensa de su candidatura. La ex vicejefa resiste a Bullrich ya que cree que Rodríguez Larreta se quedaría con todos los espacios del gobierno.

Según cuentan las fuentes macristas de la Legislatura porteña el joven legislador cuenta con el apoyo de los peronistas (que ven abierta su posibilidad de presidir la Legislatura) y de la mayoría de los diputados del bloque.

Candidatos

En este marco, Macri se inclina más por De Andreis. No sólo porque lo conoce bien, sino porque podría imitar el escenario de campaña de 2005 cuando llevó como primer candidato a Peña.

De Andreis cuenta con dos atributos: es considerado parte de la “nueva política” (con lo cual no tiene un oscuro pasado) y el jefe de gobierno le tiene una confianza plena.

Pero al no tener una figura para la Legislatura esta idea no le terminó de cerrar. De todas formas, de darse, en el macrismo se tomarían seis meses para elegir el reemplazante de Santilli.

Tanto en el entorno del joven legislador como en el del diputado nacional aseguran que todavía no se definió nada pero que esperan que haya novedades muy pronto para ya trabajar en la campaña.

Si Bullrich no encabeza, será segundo de Michetti en la lista de diputados nacionales. Si De Andreis no encabeza, será tercero o cuarto en la boleta porteña. Final abierto.