07 de mayo, 2024
Según ClarÃn, los gobernadores exigen una reunión con Cristina
Lo hizo el mandatario Jorge Capitanich, ganador en su provincia. Dijo que deben "construir una agenda común" para "garantizar la gobernabilidad". Y advirtió que la Presidenta "ejerce la conducción estratégica y polÃtica" del partido.
No sólo los referentes del peronismo antikirchnerista erosionan el intento de Daniel Scioli de acomodarse, a partir del consenso, al frente del partido justicialista. El gobernador Jorge Capitanich, uno de los más cercanos a la Casa Rosada, acotó ayer el poder partidario del mandatario bonaerense: "Quien ejerce la conducción estratégica y política de nuestro movimiento es la Presidenta".
El gobernador de Chaco permaneció la semana pasada en Buenos Aires y fue uno de los que aceptó reunirse con Scioli. También conversó una hora con Cristina Fernández en la Quinta de Olivos y el sábado se encontró con Néstor Kirchner. Fortalecido por el triunfo en su provincia, sus palabras pueden leerse como un reclamo de poder aunque también como parte de una estrategia para recomponer el espacio y resistir los embates más duros del peronismo disidente, publica Clarín.
"El electorado ha fragmentado el poder político, hay que interpretar ese mensaje en términos de consensos", aseguró Capitanich a Clarín, y le pidió a la Presidenta que "convoque a los gobernadores del mismo signo político para construir una agenda común". Esa agenda contemplaría como iniciativas consensuadas una reducción de los superpoderes, cambios en el Gabinete, reformas en el INDEC, mejoras en la gestión de Salud, la coparticipación del impuesto al cheque y mayor atención a las economías regionales.
La inmediata renuncia de Kirchner a la presidencia del PJ luego de su derrota en la provincia de Buenos Aires no logró contener la arremetida de los caudillos provinciales críticos del Gobierno, como Carlos Reutemann, los hermanos Rodríguez Saa, Juan Carlos Romero y Ramón Puerta. Francisco De Narváez y Felipe Solá, los vencedores directos del ex presidente, también cuestionaron que el partido quedara en manos de Scioli. La presión incluyó el pedido de elecciones internas en el partido.
Consultado por esos embates, Capitanich aseguró: "No hay que poner el carro delante del caballo. Antes que fijar las reglas para el 2011, la prioridad es garantizar la gobernabilidad. Sería inconducente criticar a Scioli o llamar a internas". También admitió una comunicación con Mauricio Macri: "Fue un saludo. En Chaco, el PRO forma parte de nuestro espacio".
En unas semanas se reunirá el Consejo del PJ y allí se definiría la nueva conducción, con un poder repartido con los otros gobernadores vencedores: José Luis Gioja (San Juan), Mario Das Neves (Chubut), Gildo Insfrán (Formosa), Juan Manuel Urtubey (Salta), Walter Barrionuevo (Jujuy) y José Alperovich, el único cercano al oficialismo que ya había desairado a Scioli: tras reunirse con Kirchner, el tucumano rechazó un encuentro con su par bonaerense.
El gobernador de Chaco permaneció la semana pasada en Buenos Aires y fue uno de los que aceptó reunirse con Scioli. También conversó una hora con Cristina Fernández en la Quinta de Olivos y el sábado se encontró con Néstor Kirchner. Fortalecido por el triunfo en su provincia, sus palabras pueden leerse como un reclamo de poder aunque también como parte de una estrategia para recomponer el espacio y resistir los embates más duros del peronismo disidente, publica Clarín.
"El electorado ha fragmentado el poder político, hay que interpretar ese mensaje en términos de consensos", aseguró Capitanich a Clarín, y le pidió a la Presidenta que "convoque a los gobernadores del mismo signo político para construir una agenda común". Esa agenda contemplaría como iniciativas consensuadas una reducción de los superpoderes, cambios en el Gabinete, reformas en el INDEC, mejoras en la gestión de Salud, la coparticipación del impuesto al cheque y mayor atención a las economías regionales.
La inmediata renuncia de Kirchner a la presidencia del PJ luego de su derrota en la provincia de Buenos Aires no logró contener la arremetida de los caudillos provinciales críticos del Gobierno, como Carlos Reutemann, los hermanos Rodríguez Saa, Juan Carlos Romero y Ramón Puerta. Francisco De Narváez y Felipe Solá, los vencedores directos del ex presidente, también cuestionaron que el partido quedara en manos de Scioli. La presión incluyó el pedido de elecciones internas en el partido.
Consultado por esos embates, Capitanich aseguró: "No hay que poner el carro delante del caballo. Antes que fijar las reglas para el 2011, la prioridad es garantizar la gobernabilidad. Sería inconducente criticar a Scioli o llamar a internas". También admitió una comunicación con Mauricio Macri: "Fue un saludo. En Chaco, el PRO forma parte de nuestro espacio".
En unas semanas se reunirá el Consejo del PJ y allí se definiría la nueva conducción, con un poder repartido con los otros gobernadores vencedores: José Luis Gioja (San Juan), Mario Das Neves (Chubut), Gildo Insfrán (Formosa), Juan Manuel Urtubey (Salta), Walter Barrionuevo (Jujuy) y José Alperovich, el único cercano al oficialismo que ya había desairado a Scioli: tras reunirse con Kirchner, el tucumano rechazó un encuentro con su par bonaerense.
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que yo sepa, al peronismo que gobierna no le paso nada de eso
y al peronismo disidente mucho menos
el 60% de al argentina sigue votando al peronismo
mejor suerte en otro siglo, seba