El riesgo país cerró este lunes el 1652 puntos básicos, su valor más alto desde la implementación del acuerdo con los bonistas por la reestructuración de la deuda externa con privados. Con esta marca superó los 1647 puntos que había sido el máximo valor de cierre hasta ahora, el último 10 de marzo.

En el mercado apuntan a la superposición de dos fenómenos de índole exclusivamente local y una jornada poco favorable a los papeles de renta fija de países emergentes. 

En el frente local señalan un efecto de erosión constante por la intervención del Banco Central en el mercado de los dólares bursátiles para contener la cotización del contado con liquidación; y la desilusión del mercado por la falta de definiciones tras el viaje de Guzmán a Washington.

Si bien la amplia mayoría de los agentes de inversión no recomiendan la adquisición de bonos de largo plazo porque no les ven potencial de recuperación en breve y ven en los bonos dollar-linked y ajustados por CER una buena cobertura para las elecciones de noviembre, hay quienes con un perfil más arriesgado apostaron a la enunciación de un acuerdo con el FMI en la visita del ministro a las oficinas del Fondo Monetario. Sin embargo, estas expectativas que mantuvieron a los bonos debajo de los 1600 puntos unos días no se materializaron y desde el 12 de octubre, la tendencia volvió a ser marcadamente alcista.

Tal vez, lo más simbólico de la jornada fue que los Globales perdieron su precio sostén. El Global GD30  perforó los 38 dólares y llegó a 37,40 por cada 100 dólares de valor nominal, con lo cual su nuevo mínimo de referencia pasan a ser los 34 dólares.